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DISCRIMINACIÓN RACIAL, OCUPACIÓN Y DESIGUALDAD EN MÉXICO

PABLO ÁLVAREZ ICAZA LONGORIA

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional (MMSI), el cual contempla información considerando las características sociodemográficas de la población de 25 a 64 años de edad, sus niveles educativos y ocupacionales, a partir de su situación socioeconómica de origen, es decir, cuando tenían 14 años de edad, esfuerzo por el que primero que nada felicitó al organismo, al elaborar estadísticas de interés nacional que estaban pendientes y que contribuirán al diseño de mejores políticas públicas.

Si bien ya existían precedentes importantes sobre la importancia de la movilidad social en México, de manera destaca El Informe sobre Desarrollo Humano México 2016. Desigualdad y movilidad, publicado en agosto pasado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en México disponible en https://goo.gl/evpHLe, es la primera vez que Inegi realiza un estudio de este tipo con representatividad nacional. Es decir, los fenómenos descritos no son ninguna novedad, lo que se resalta, es que ya hay una cuantificación oficial de los mismos.

El estudio presenta resultados relevantes sobre cinco clasificaciones: 1) características sociodemográficas, 2) movilidad social educativa, 3) movilidad social ocupacional, 4) percepción sobre su situación socioeconómica y 5) percepción de movilidad social por autoreconocimiento de color de piel.

Aunque las cinco son importantes, en esta ocasión sólo me voy a referir a la última, porque generó equívocamente algunas reacciones adversas en las redes y entre comunicadores que hicieron una lectura descuidada de los mismos.

Inegi hizo hincapié desde el principio sobre que: "En el MMSI se aplicó una escala cromática, utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA, por sus siglas en inglés), que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado(a) identificara su color".

Cabe comentar que esta metodología está plenamente acreditada. La doctora Regina Martínez Casas, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) dio a conocer hace dos años una encuesta que mostraba los procesos de discriminación, desigualdad y maneras de integración de las minorías étnicas con el resto de la sociedad y cómo se establecen las identidades nacionales en México, Brasil, Colombia y Perú, con el proyecto PERLA.

Los principales resultados que nos presentó Inegi fueron:

1.- De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, sólo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras.

2.- Mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan.

3.- Para las tonalidades de piel más oscura se percibe en menor proporción (48.6%) una mejora en su situación socioeconómica, en comparación con la tonalidad de piel más clara (52.2 por ciento)

En lo que respecta a la movilidad social y al origen racial, se señala que las personas en relación con el cambio en su situación socioeconómica actual respecto a la de su familia de origen, para las tonalidades de piel más oscura se percibe en menor proporción (48.6%) una mejora en su situación socioeconómica, en comparación con la tonalidad de piel más clara (52.2 por ciento).

Este resultado finalmente es una consecuencia lógica de lo anterior: las personas con piel oscura, en promedio, tienen un nivel de escolaridad menor y están ocupadas en actividades de menor calificación, factores que están fuertemente correlacionados con menores niveles de ingresos.

Contrariamente a lo que señalan los críticos, lo que se desprende del MMSI es que la discriminación racial, que está fuertemente arraigado en México, ha ocasionado que continúen perpetuándose la desigualdad y la pobreza, porque la igualdad de oportunidades sólo es aparente, ya sea porque: la educación que reciben los grupos en situación de mayor vulnerabilidad no es de calidad, tienen que abandonar sus estudios para incorporarse al mercado de trabajo, su aprovechamiento se ve afectado por los niveles de desnutrición que presentan, entre muchos otros aspectos.

Esto es, con estos indicadores se constaría una vez más que las estrategias para combatir a la pobreza aplicas desde casi tres décadas no han tenido los resultados esperados.

Algunas personas quisieron refutar los resultados ya sea exponiendo algunos contraejemplos de personalidades de piel morena que eran empresarios, directivos, funcionarios, políticos, artistas, etc., como si esos casos de éxito pudieran ocultar a la inmensa mayoría que no está en esa posición.

No faltó quien señalara que en México, la inmensa mayoría es mestiza, por lo que quienes elaboraron el MMSI, quieren ahondar nuestras diferencias y promover el racismo.

El mito del mestizo usado en el discurso oficial en el pasado para negar que exista racismo en el país, sigue vigente en ciertos sectores de la sociedad, negación que ha ocultado o menospreciado la diversidad social.

Al respecto, véase el "Reporte sobre la discriminación en México 2012", coordinado por Ricardo Raphael en https://goo.gl/oDQ8Xo.

La MMSI sin duda es un gran aporte del Inegi para entender mejor la realidad social de México. Lo que falta es que a partir de los elementos de diagnóstico que aporta, se diseñen e implementen políticas públicas que reduzcan las brechas de desigualdad.

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