En Francia las elecciones presidenciales fueron reñidas y saturadas de ataques, descalificaciones y tensión por el terrorismo.
Los comicios se llevaron a cabo el domingo 23 de abril en donde los candidatos Emmanuel Macron y Marine Le Pen pasaron a la segunda vuelta que se celebró quince días después el 7 de mayo.
Sin aspavientos el triunfo lo obtuvo el centrista Macron, quien una semana después, el domingo 15 de mayo, tomó posesión del cargo en un ambiente de concordia y esperanza. No hubo denuncias de fraudes ni tampoco la exigencia de un conteo de votos o de anular los comicios.
En Estados Unidos los comicios para presidente se llevaron a cabo el martes 8 de noviembre del año pasado en medio de campañas negras y de un clima de agresiones entre los candidatos en contienda nunca antes visto.
Unas horas después se declaró ganador al aspirante republicano Donald Trump a pesar de que la mayoría de los votos fueron para su contrincante demócrata Hillary Clinton. Pero se respetaron las reglas del juego y Trump se alzó con el triunfo al obtener 304 votos electorales contra 227 de Clinton.
Dos meses más tarde, el 20 de enero del presente año, Trump hizo su juramento como nuevo presidente de los Estados Unidos en un evento pacífico y concurrido al que incluso asistió la gran perdedora Hillary Clinton con su esposo Bill Clinton.
Tampoco se presentaron denuncias de fraudes ni de chanchullos por el conteo de votos. Días después surgió la versión de una intromisión del gobierno ruso en las elecciones, pero hasta el momento nada se ha comprobado ni ha afectado la credibilidad de las instituciones.
En Ecuador se realizaron elecciones presidenciales en este 2017 y a diferencia de lo ocurrido en Francis y Estados Unidos, ahí sí hubo protestas, pataleo y desconocimiento de los resultados electorales.
Los comicios se llevaron a cabo el 19 de febrero para votar por el presidente y el vicepresidente de dicho país para el periodo 2017-2021.
En la primera vuelta los ganadores fueron Lenín Moreno del movimiento oficialista Alianza País y Guillermo Lasso de los movimientos CREO y SUMA. En la segunda vuelta celebrada el 2 de abril, es decir mes y medio más tarde, Lenín se alzó con una victoria con el 51 por ciento de los votos contra el 48 por ciento de Lasso.
Las protestas no se hicieron esperar, no obstante, se llevó a cabo un recuento general de votos que confirmó los resultados. Frente a la inconformidad de sus opositores, Lenín tomó protesta del cargo el 24 de mayo, mes y medio después de la elección definitiva, y gobierna desde hace una semana sin mayores contratiempos.
Viene a cuento lo anterior porque en México seguimos atorados en los conflictos postelectorales con todo y que se avanzó notablemente durante los últimos años en la organización de comicios a nivel federal y local.
A unos días de una inminente elección cerrada y ríspida, en el estado de México, varios politólogos presagian una convulsión política y partidista que bien podría extenderse hasta las campañas presidenciales del 2018.
El panorama no es nada halagador si tomamos en cuenta que Delfina Gómez, candidata de Morena, partido archienemigo del régimen, destaca por un escaso margen en las encuestas al aspirante del PRI, Alfredo del Mazo, uno de los herederos del poderoso grupo de Atlacomulco.
De este clan surgieron los gobernadores Carlos Hank González, Alfredo del Mazo padre e hijo, Salvador Sánchez, Alfredo Montiel y Enrique Peña Nieto, entre otros.
Se pronostica en el estado de México un choque de trenes con efectos catastróficos en caso de que se imponga el autoritarismo y la represión sobre la civilidad y el respeto al voto.
Lo mejor sería que el candidato ganador consiga un margen considerable porque de lo contario México quedará una vez más atrapado entre los oscuros intereses de la perversa partidocracia.
APUNTE FINAL
Mucho ruido y pocas nueces en cuanto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos, todos los días surgen declaraciones y posturas de funcionarios de ambos países, pero ni siquiera se ha logrado establecer una fecha para dar inicio a las negociaciones. Por suerte la verborrea oficial ya no afecta al peso ni a la economía mexicana que empieza a levantar vuelo tras la ofensiva trumpiana del 2016 y parte de este 2017.
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