Convencido de que no votaré el próximo domingo, me puse en búsqueda de personas con las que pudiera coincidir para reflexionar juntos sobre qué podíamos hacer para ir más allá de la coyuntura electoral. No encontré a nadie conocido, quizá no fue por falta de interlocutores, sí por falta tiempo, la agenda de la vida está muy saturada. Sin embargo, un extraño, lejano y prácticamente desconocido (es decir: "amigo de Facebook"), promueve una propuesta interesante. Lo busqué y accedió encontrarse para dialogar. Enseguida algo del resultado.
"Elige fuera de la caja" es una iniciativa propuesta por Ramón Castro, quien se confiesa desencantado de su participación en algunas de las inmaculadas organizaciones de la sociedad civil, en las que algunas veces se puede encontrar las mismas actitudes de las que nos quejamos de las prácticas del actual sistema político. La motivación de esta iniciativa es el hartazgo en el que muchos se identifican, sin embargo, la manera de canalizar la indagación es un tanto diferente.
"Votar dentro de este sistema es activar y accionar el mecanismo corrupto que existe dentro del mismo sistema". La iniciativa considera valiosas muchas de las leyes electorales y de la Constitución Mexicana, pero que no son puestas en prácticas o que se traiciona el espíritu de la ley para el beneficio de pequeños grupos. Es por eso que la propuesta es recuperar la aplicación de las leyes en su sentido original.
"El sistema electoral funciona para ellos (los políticos partidistas), es un traje de payaso a la medida, a unos los entretiene y a otros nos hace reír". Concientizar sobre la forma en que actualmente se aplican las leyes para elegir a gobernantes implica necesariamente: no ser parte de un sistema que convive felizmente con la corrupción, no validar la falta de representación, denunciar con la usencia en las casillas a un árbitro que no es capaz de sancionar los delitos electorales o que sanciona a discreción.
"Carecemos de ideología política, es necesario tener un pensamiento claro". Al ser cuestionado sobre el sistema de pensamiento que sustenta la propuesta, Ramón reflexiona sobre la actual dispersión de pensamiento y la falta de una ideología clara que se comprometa a la transformación de la realidad en búsqueda de beneficios más allá del grupo al que pertenezco. Así, la propuesta en buena medida se argumenta desde un liberalismo democrático que busca limitar el poder de unos pocos y redistribuirlo en función de todos.
"Hay que echarlos". Dentro de las propuestas de la iniciativa, existe una que consta de una moción de censura a los partidos políticos. Esta iniciativa debe ser presentada en congreso local o federal. Los señalamientos que dan sustento a la moción son: corrupción, robo de arcas públicas, prebendas sociales y empresariales, nexos con el narco, enriquecimiento ilícito, etc. Independientemente de las posibilidades que tenga esta iniciativa de alcanzar su objetivo, de llegar a cualquiera de los congresos y si se enfrenta a un veto por parte de los congresistas, la iniciativa habría desvelado claramente los intereses de los políticos partidistas.
"Reorganizar una sociedad decente". Articular un grupo de personas que deje de lado la corrupción tendría el reto de ser un tipo de organización sin beneficio económico, allí quizá uno de los principales retos de un paradigma cultural dominante de la acumulación de bienes. La iniciativa busca reestructurar los espacios de la gestión pública a partir de una ciudadanía honesta, que actúe conforme al sentido de la justicia que está en la Constitución, con el deber de servir a los demás.
Tanto la iniciativa "Elige fuera de la caja", como Ramón Castro, idea y persona, son raros. La propuesta apela a la decencia de la ciudadana. La persona le dedica dos horas a dialogar, argumentar y discutir en la vida real con un desconocido sobre la vida pública de la ciudad y del país. Al final, parece que habrá vida después del cuatro de junio.
Twitter: @davidsecular
