Los monos macacos de cola larga que habitan en el templo de Uluwatu, en Bali, tiene sorprendidos a los expertos. Estos animales han aprendido a robar a los turistas para luego intercambiar los objetos que toman por comida.
Incluso los guías de viajes advierten del comportamiento de los animales, que han encontrado un modo de acechar a los visitantes y ‘extorsionarlos’, pidiendo comida a cambio de los objetos robados, que pueden ser lentes de sol, cámaras, celulares o carteras.
Lo que hacen después de tomar el objeto es permanecer cerca, pero con actitud desafiante, y sólo dan de vuelta lo tomado si se les ofrece a cambio algo de comida, pero una que les interese pues si se les da algo que no quieren, lo avientan lejos y continúan sin desistir hasta que reciben lo que desean. Se les ha visto declinar plátanos, pero aceptar chocolates, por ejemplo.
Un grupo de investigadores ha pasado varios meses estudiando a los macacos de Uluwatu, grabando su comportamiento en más de 200 robos. A raíz de ello descubrieron que los monos enseñan esta dinámica a sus crías, que el comportamiento se da sobre todo en los machos y que, además, con el paso del tiempo aprenden también a mejorar su técnica.
Y se han dado cuenta que ninguna de las otras poblaciones de monos de la misma especie en Bali y que viven en zonas frecuentadas por turistas han desarrollado este tipo de conducta.
Los animales ‘extorsionan’ a los visitantes al templo. (INTERNET)