EMPLEOS PRECARIOS, LA CONSECUENCIA
Cuando un sistema económico no alcanza a integrar a toda la sociedad, la sociedad debe resolver de otras maneras.
Estas formas van de esfuerzos tan dignos desde el empleo informal hasta la participación en actividades económicas ilegales como mercados negros, huachicoleros, prostitución, narcotráfico, etcétera.
Debemos recordar que la economía es principio y fin de la integración de la sociedad, en este sentido si no hay empleos formales se generarán empleos informales, y cuando las instituciones no resuelven los problemas sociales y económicos de su población, la sociedad misma brinca estas instituciones ineficientes mediante 'el moche', la 'mordida', el 'compadrazgo', el 'amiguismo', la 'vista gorda', etcétera, que impacta en la economía formal.
Los datos de generación de empleos formales al cierre de 2016 dados a conocer por el Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS) nos permiten hacer un comparativo de la generación de empleo formal entre La Laguna y sus dos capitales Saltillo y Durango.
En este sentido, el ejercicio habla de que en la región se necesitan generar aproximadamente ocho mil empleos anuales para poder absorber a la población económicamente activa que cada año se suma a la fuerza productiva en la economía lagunera.
Dentro de los datos se encontró que entre 2007 y 2016 se generaron en Torreón 40,532 empleos formales mientras que en la subdelegación de Gómez Palacio en el mismo período se crearon 10,712 empleos formales, estamos hablando de 51,244 empleos para una región.
Si consideramos que por el crecimiento de la Población Económicamente Activa en (PEA) el período comprendido de 2007 a 2016 se debieron generar aproximadamente 80 mil empleos para la región, debemos reconocer que si bien es cierto las cifras de empleo han mejorado para La Laguna este crecimiento no ha sido suficiente para revertir el proceso de precarización salarial en que ha entrado la Comarca Lagunera ya desde hace alguno años, basta con recordar los 753 empleos formales creados en La Laguna durante todo 2013 o los -6,208 que se perdieron en el año 2009.
Ahora bien, estas cifras contrastan con los resultados obtenidos en las capitales estatales (Saltillo y Durango). Es así que mientras que por cada empleo formal creado en la Laguna de Durango se crean casi 5 empleos en la subdelegación de Durango y al considerar que por cada empleo generado en La Laguna de Coahuila se generan 2 en la Región Sureste.
También debemos recordar que la población de las zona metropolitana de Durango según cifras de Consejo Nacional de Población (Conapo), aún no rebasa los 650,000 mil habitantes, la Región Sureste de Coahuila apenas alcanza el millón de habitantes y la zona metropolitana de La Laguna (Matamoros, Torreón, Lerdo y Gómez Palacio) está aproximadamente en el millón 342 mil habitantes.
Las diferencias de creación de empleo son significativas entre zonas económicas.
Esto nos deja claro que el déficit en la generación de empleo formales en nuestra región sea en sí misma parte de la explicación al por qué los empleos de calidad aún no llegan a la región. Además, por qué la oferta y demanda juega un papel decisivo en los salarios de los profesionistas laguneros.
Para contrarrestar estos efectos se necesitarían recibir al menos dos empresas por año del tamaño de Yura (4 mil empleos) esto para poder absorber el número de trabajadores que se integran a la fuerza humana de trabajo.
En la medida de que se dé esto podremos generar una mayor competitividad salarial que mejore las condiciones de la Comarca Lagunera y su población.
Sin embargo, es importante recordar también que por el tema de corrupción las familias gastan 14 % de su ingreso total y donde por cierto, una gran cantidad de estas personas (33 %) viven con menos de un salario mínimo de acuerdo a datos de Coparmex, también se habla de una pérdida del 10 % de PIB que redunda en 4 años de crecimiento económico, ¿pero qué tiene que ver ambas consideraciones juntas? Bien, pues con estos datos resulta evidente que la actividad económica formal en este país no está resolviendo el problema económico de la sociedad, esto genera que se desarrollen sistemas económicos alternos que le permitan a la sociedad subsistir y poder satisfacer sus necesidades básicas.
Además, también pudimos ver como el martes el presidente de la república informa a todos los mexicanos de las cifras históricas de inversión extranjera directa (IED) atraída al país durante el primer trimestre de 2016, que se refleja en un crecimiento del primer trimestre de 2017 de 2.8 % de PIB (por cierto no sé si estas declaraciones tengan relación a que estamos a menos de dos semanas de una elección trascendental).
Es importante recordar que ante este escenario, tan bien los meses de enero, febrero y marzo de 2016 recibimos los primeros impactos del precio del barril del petróleo, que alcanzó cifras por debajo de los 18.50 dólares por barril, lo que afectó el funcionamiento de la economía mexicana.
También enfrentamos los impactos del incremento de las tasas de interés de finales de 2015 en Estados Unidos, hilado a los incrementos en México, que se hicieron para contener al dólar, el cual rebasaba en esos momentos los 19 pesos por dólar; dicho de otra manera es fácil entender por qué la variación tan importante de esas cifras durante el trimestre referido.
Por último más allá de esas cifras espectaculares, resulta difícil de entender porque si la economía marcha tan bien como Peña Nieto presume, las expectativas de crecimiento económico para México en 2017 sólo se modifican en sólo un 0.2 %, y por qué el PIB per cápita decreció 2.3 % durante los tres primeros meses de 2017, dicho de otra manera, a pesar de las grandes cifras presentadas en este trimestre los empleos no sonde la calidad que se esperaba, el PIB per cápita retrocede, el crecimiento económico no despega, ni el poder adquisitivo.
Además la inflación llega a su máximo en ocho años y todos estos indicadores sí le pegan al consumidor final.
