Columnas la Laguna

PARTICIPACIÓN CIUDADANA 29

EL VOTO Y ALGO MÁS EN EL CAJÓN

TALIA ROMERO

No olvidemos el pasado, porque estaremos destinados a volver a vivirlo.

La forma de hacer política a lo largo de la historia reciente, digamos los últimos 60 años por ejemplo, es bastante ilustrativa respecto a la clase de país, sociedad y políticos que tenemos y las prácticas comunes en esta actividad.

En el país no pasa nada importante, salvo lo que al gobierno le interesa que se conozca. Esto ha sucedido porque el gobierno es un importante consumidor de tiempos y espacios publicitarios en los diversos medios de información, y porque además es quien autoriza las concesiones para esos medios, cosa que a la fecha no ha presentado cambios importantes. La sociedad ha manifestado poco interés sobre los asuntos públicos y da por hecho que lo que se difunde es una verdad absoluta que debemos aceptar sin más, y aunque en diversos momentos se ha manifestado contra decisiones y acciones de gobierno, no ha podido incidir de manera importante su objetivo.

La sociedad civil ha conseguido, con mucho esfuerzo, organizarse y presentar un frente común ante acciones irregulares del gobierno y los evidentes y permanentes actos de corrupción que lo caracterizan. Los políticos que nos cargamos, han transitado en sus prácticas durante estos 60 años en tiempos de campaña electoral, desde el éxito del proceso medido por la cantidad de bardas con su publicidad, pendones en las calles, volantes distribuidos, mensajes en radio y televisión, que con el tiempo han sufrido algunos cambios en la forma -ya no hay pendones, las bardas son menos, en lugar de volantes, los trípticos, surgen los posters, entre otras novedades- pero el fondo se mantiene: avalancha de promesas imposibles de cumplir como la oferta de tarjetas rosas para todas las mujeres del estado (este programa nos costaría 400 millones de pesos al mes, como lo ha ofrecido Riquelme), o mejores empleos para todos como los ofrece Mery, o la simpleza de la frase que señala que sólo con cambiar de partido en el gobierno las cosas van a mejorar, como lo ofrecen Anaya y Zermeño.

De los demás partidos, ni qué decir, tal parece que sólo están por el dinero que reciben, no sólo los candidatos, sino también los directivos de los partidos. Operan como franquicias que ofrecen sus dirigencias nacionales al mejor postor; nuestros impuestos sirven para eso, no importa que sigamos padeciendo la falta de servicios básicos, desempleo, falta de oportunidades para que los jóvenes se desarrollen y puedan conseguir mejor nivel de vida. Ni duda cabe, su objetivo es mantener a una buena parte de los electores en la pobreza y la ignorancia y convertirlos en clientes de quien les da lo elemental para sobrevivir, y claro para votar.

La competencia por el poder vista a través de sus formas, nos permite ver que lo que no ha cambiado es lo que más nos ha afectado. En pocas ocasiones pensamos de dónde sale el dinero para que el gobierno se mantenga, para que sus programas fracasados no desaparezcan, para que sus burocracias no produzcan nuestros beneficios y se mantengan como un lastre para el desarrollo de nuestras comunidades, para que la ocurrencia de un gobernante se convierta en ley, un proyecto en acciones y en obras que no nos benefician… Ahora que vivimos la parte final de una insulsa campaña electoral, es tiempo de meditar, de hacer un recuento de los sucesos que hemos vivido, de qué ha pasado con nuestra dignidad y por qué seguimos sometidos a los caprichos e intereses muy personales de quien nos gobierna, por qué tenemos esta clase rapaz de representantes en los congresos y ejecutivos en el estado y los municipios.

Sí, es tiempo de meditar, de valorar el voto como alternativa de manifestación de nuestros intereses, del coraje que tenemos a los políticos, pero también de la necesidad de manifestar nuestros desacuerdos, de interesarnos en la política, en lo público, en fin de todo lo que tiene que ver con el gobierno. Si no conocemos al gobierno, no podremos incidir con nuestras acciones, para que mejore.

Estimado lector, en PC 29 participamos en la promoción del voto, en el razonamiento del voto, en la importancia del voto en una democracia efectiva; también estamos interesados en que más ciudadanos tengan ese interés. Si queremos calidad en el gobierno, necesitamos convertirnos en ciudadanos de calidad. Acércate a nosotros, conócenos y participa; hay mucho que hacer después del voto.

EN EL CAJÓN

Ya no es sorpresa el que un día sí y otro también nos enteremos de que la corrupción no tiene fin; que si Anaya tiene dinero en paraísos fiscales igual que los hermanos de Humberto Moreira y su esposa; que si Lauro Villarreal, Gerardo Berlanga y su hijo recibieron contratos del gobierno de Torreón a través de una empresa de la cual son socios, y para colmo, en la que el Contralor Municipal Javier Lechuga es Comisario; que si Javier Herrera Director de Simas está involucrado en dos contratos más; total hablamos de 180 millones de pesos sólo en la administración de Miguel Riquelme, que según nota del Diario Reforma (24 de mayo de 2017) se manejaron a través del esquema de una red de corrupción que por los nombres y los cargos se desarrolla desde el período de gobierno del primero de los Moreira. Dinero para campañas políticas, no sabemos, pero sí que para combatir esta red debemos crear otra, la de ciudadanos pendientes y conocedores del gobierno; hay que ir más allá del voto.

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1344458

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx