En la mira. En diciembre de 2015, Flynn viajó a Moscú por la televisión rusa RT.
El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos ordenó ayer al general retirado Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional del presidente, Donald Trump, que entregue documentos sobre dos de sus negocios por su posible relación con Rusia.
El presidente del Comité de Inteligencia del Senado, el republicano, Richard Burr, y su vicepresidente, el demócrata Mark Warner, anunciaron ayer su nueva solicitud en una rueda de prensa.
Según inició Burr, la nueva petición de documentos se produce en respuesta a la decisión que anunciaron ayer los abogados de Flynn, que fue asesor de seguridad nacional de Trump durante el primer mes del mandato del republicano hasta que se vio forzado a dimitir a mediados de febrero.
Los abogados del exgeneral anunciaron que Flynn había decidido acogerse a las protecciones que ofrece la Constitución para no entregar unos documentos solicitados por el Senado y considerados relevantes a la investigación sobre el intento ruso de influir en el resultado de las elecciones del pasado noviembre.
En concreto, los letrados dijeron que Flynn se acogería a la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense que concede a cualquier individuo el derecho a no testificar si sus palabras pueden ser usadas para perjudicarle, es decir, para autoincriminarse de un delito.
En su notificación, los abogados de Flynn argumentaron que la petición de documentos que efectuó el Senado el 10 de mayo era demasiado amplia y, por eso, los datos podrían acabar siendo usados en contra de su cliente.