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El importante papel de las mamás en las escuelas

ROLANDO CRUZ GARCÍA

"Con un afectuoso reconocimiento para la mayoría de las mamás que se comprometen con la educación de sus hijos".

Aprovechando el día de las madres, nos permitimos reflexionar, acerca de cómo en México las celebramos y con mucho orgullo nos declaramos admiradores de tan importante figura en nuestras familias, pero casi nunca nos detenemos a revisar el papel fundamental que tiene la figura materna y lo extraordinariamente valiosa que es para todos en la educación.

Ahora sabemos, por investigaciones muy serias al respecto, que la verdadera educación un niño comienza mucho antes de su nacimiento e inicia con la propia educación de los padres, que deben prepararse interiormente con mucha antelación.

La madre, consciente de los poderes que le ha dado la naturaleza, trabaja para dar a este nuevo ser un desarrollo espiritual, un cuerpo físico sano y una psique bien balanceada y además hecho con los mejores materiales. La pregunta es y ¿Dónde lo aprendió?

Si millones de madres en el mundo decidieran, conscientemente prepararse para hacer este trabajo de una manera intencionada, planeada y efectiva, la humanidad se transformaría radicalmente en pocas generaciones. "La educación de un niño comienza veinte años antes de su nacimiento, con la educación de su madre" (Napoleón, 1769 - 1821).

La experiencia y los estudios científicos han demostrado que la madre graba profundamente en su hijo su propia esencia y temperamento. Si existe un período durante el cual la madre desempeña un papel preponderante en lo que serán las tendencias y hábitos morales de su hijo, es ciertamente, el período prenatal y es tan íntima esa relación orgánica con el niño, como grande será la interdependencia en todos los sentidos.

En el transcurso de esos nueve meses de preeducación, la madre puede sentir que ayuda a su hijo para llegar a ser grande, siéndolo ella misma, puede ayudarle a ser tranquilo permaneciendo en calma, a ser sonriente si sonríe siempre, a ser fuerte siendo valiente y a ser bueno siendo bondadosa para con todos. Desgraciadamente muchas mamás sufren de violencia familiar durante su embarazo, por ejemplo y eso también se graba profundamente en la conciencia del niño por nacer.

Las mejores condiciones físicas y psicológicas para que el niño se desenvuelva lo más sanamente posible, son las que se derivan del hecho de ser deseado, amado y esperado.

La solidaridad tan íntima que une a la madre con su hijo, lejos de desaparecer cuando éste nace, continúa durante largo tiempo, por eso es tan esencial que se encargue ella misma de la educación y cuidado de su hijo y no se resigne a confiarlo a otros, más que en casos de fuerza mayor; de ésta realidad se deriva la conformación de toda una generación de los llamados "niños guardería".

El razonamiento, cuando los niños son muy pequeños, debe reducirse al mínimo, puesto que no están aun en posesión de su pensamiento lógico; querer hacerlos razonar demasiado pronto es como hacerlos caminar a los pocos meses y se corre el riesgo de convertirlos en dependientes para toda su vida.

Uno de los mayores beneficios que se pueden proporcionar al niño es reglamentar sus hábitos, porque es como liberarlo de una responsabilidad que todavía no tiene y que les ayudará más adelante a enfrentar trabas, incertidumbres e inhibiciones.

El papel de mamá es el de facilitar su desenvolvimiento moral y físico, ayudarle a conquistar su verdadera libertad, ya que el orden y la regularidad son casi tan indispensables en esta edad como el cariño. Depende de su madre incluso que a temprana edad el pequeño aprenda cosas importantes, a leer por ejemplo.

El libro donde aprende el niño a discernir lo que es necesario hacer o no hacer es el rostro de mamá; con sus distintas expresiones, el niño sabe lo que se quiere de él y cada vez comprende mejor que su manera de ser, se corresponde con la voluntad, la mirada y la sonrisa de mamá.

El papel de las madres en la educación "formal" de sus hijos es un asunto poco estudiado y menos discutido, por lo que es necesario redimensionar esta función para que sirva de puente entre las primeras experiencias del niño con actividades desarrolladas en la casa, como el jugar, el colorear, identificar objetos, formas y colores, por mencionar algunas, con el inicio propiamente dicho de su instrucción escolar.

La obligación de las familias es la de crear un ambiente positivo para el aprendizaje de sus hijos y es la de trabajar en colaboración con la escuela de una forma regular y permanente, para ayudar en el mejor desarrollo de la formación de sus hijos.

Para finalizar, deseo reconocer ampliamente el extraordinario papel que desempeñan las mamás en el diario acontecer de la vida escolar, sin ellas sería prácticamente imposible educar y educarnos, con su cariñosa guía y acompañamiento, ser alumno es mucho más fácil.

Un millón de gracias a las mamás por ser quienes son y estar siempre disponibles para nosotros y para nuestras escuelas.

Agradezco sus comentarios a: [email protected]

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