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Peña Nieto no puede con la violencia

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La semana pasada en Palmarito, Puebla, murieron diez personas, entre ellas cuatro militares, en ataques armados de los llamados "huachicoleros" en contra de las autoridades. Hubo además diez heridos y por lo menos doce detenidos.

Para complicar el panorama a las fuerzas armadas, en las últimas horas se difundió un video en donde al parecer un campesino de la zona fue ejecutado por un soldado durante los hechos trágicos de Palmarito.

Mientras la fronteriza Tijuana cerró el mes de abril con un total de 113 muertes violentas en hechos diversos. En el primer cuatrimestre sumaron 442 asesinatos provocados por el crimen lo que supone que se superará la cifra récord registrada en el 2016 de 910 homicidios.

El día primero de mayo en Baja California Sur cayeron abatidos siete presuntos sicarios y un elemento de la Marina, luego de un enfrentamiento armado relacionado con trasiego de drogas.

El pasado miércoles en Reynosa, Tamaulipas, en pleno día y frente a un hospital materno-infantil, una balacera entre policías y delincuentes dejó un saldo de cinco muertos: tres maleantes, un policía y un civil inocente.

Con estos hechos suman 25 los acribillados en las últimas dos semanas en la ardiente Reynosa como resultado de la lucha entre narcotraficantes y autoridades.

La lista es interminable y se repite diariamente en distintos puntos de la República. Hoy es Puebla, pero mañana puede ser Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Sonora, Nuevo León o Baja California.

Imposible saber con precisión el número de asesinatos que ocurren mes a mes en México, pero lo cierto es que la ola de violencia no cesa y de ahí la enorme preocupación de la sociedad mexicana, en primer lugar, y de la opinión pública en el extranjero.

Por todo lo anterior cayó como bomba al gobierno de Peña Nieto el reporte que esta semana dio a conocer el International Institute for Strategic Studies con sede en Londres, en donde coloca a México como el segundo país más violento del mundo detrás de Siria.

La nación árabe, envuelta en una guerra fratricida y religiosa, sumó 50 mil muertes en 2016 mientras que nuestro país registró, según el IISS, un total de 23 mil asesinatos. Enseguida aparecen en la lista Irak con 17 mil homicidios y Afganistán con un total de 16 mil.

Al viejo estilo del avestruz, el gobierno mexicano intentó desmentir los datos del informe del reconocido instituto bajo argumentos baladíes que no convencen a la opinión pública.

Lamentablemente para la economía y el turismo en México, el reporte se difundió a nivel mundial para afectar de nueva cuenta la alicaída imagen de seguridad en el país. Hasta el villano de los mexicanos, Donald Trump, se dio vuelo al tuitear la negra noticia para México.

¿Se imaginan cuántos turistas e inversionistas la van a pensar dos o tres veces para acercarse a México cuando el número de asesinatos y el índice de violencia es similar a países en guerra como Siria, Irak y Afganistán?

Según Antonio Sampaio, investigador del IISS, la ola de violencia alcanza a 22 de los 32 estados de México, país que alcanza el 58.9 por ciento de las 39 mil muertes violentas registradas en América Latina. Es decir, seis de cada diez asesinatos en la región ocurren en nuestro país.

A quince meses de concluir el gobierno de Peña Nieto está claro que el programa de seguridad y de combate a la violencia no funcionaron. Hubo una ligera reducción al principio del sexenio, pero hoy se observa un fuerte repunte en la actividad del criminal que pondrá al país en una situación muy compleja el año próximo de elecciones y de la sucesión presidencial.

Lo más preocupante es que va en aumento el número y la diversidad de cárteles que operan en territorio mexicano con fuerza y organización propias.

Los "huachicolores", quienes controlan la "ordeña" de gasolina de los ductos de Pemex, dejaron perplejos a los mexicanos al enfrentar al Ejército con armas de alto calibre y una sofisticada estructura.

¿Será posible que ocurran tales actos de rapiña frente a las narices de una paraestatal tan poderosa como Pemex? ¿Cuántos más cárteles se están gestando en México ante la impunidad, disimulo y complicidad de las autoridades?

APUNTE FINAL

Al menos en otros países los funcionarios ineptos y corruptos son destituidos, en México ante cualquier denuncia se ordena una investigación que nunca concluye en nada, perdón sí termina, en la exoneración de los servidores públicos.

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