El grupo yihadista reivindicó el ataque contra la base.
Al menos cinco kamikazes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) atacaron una base militar en el norte de Irak, donde se alojan asesores militares de Estados Unidos, causando al menos dos muertos y seis heridos entre las fuerzas del Kurdistán iraquí. Dos de los atacantes activaron sus cinturones bomba a la entrada.