Se vive una atmósfera especial en último día

El día de gloria llegó para los participantes de las distintas categorías en la Séptima Copa Santos Peñoles, quienes ayer disputaron los partidos de campeonato en una jornada repleta de emociones, goles y alegrías.

ATMÓSFERA ESPECIAL

Una vez más, desde temprana hora comenzaron las acciones en las diferentes sedes, aunque esta ocasión fue el Territorio Santos Modelo el epicentro de la jornada decisiva, por lo que la casa de los Guerreros presentó un aroma diferente y una atmósfera expectante. Las categorías más pequeñas se congregaron a las 8:00 horas para disputar sus semifinales en ambos torneos, empezando a sonar las matracas, trompetas, aplausos y porras desde las gradas, había que ganar el partido para dar ese paso importante hacia el juego de campeonato.

Todos los equipos que se inscribieron a la Copa Santos - Peñoles tenían en mente mantenerse dentro de la competencia el sábado de finales, así que quienes lograron su objetivo, no estaban dispuestos a conformarse con menos del campeonato. Conforme avanzaban los minutos, podía sentirse un incremento en el ambiente que se registraba en Territorio Santos Modelo, sabíamos que lo mejor se había guardado para el final y no hubo decepciones, ya que cada balón era peleado con intensidad, cada atajada celebrada al máximo, los goles se gritaban más fuerte que de costumbre y las fallas en la delantera eran más dolorosas que en otras circunstancias.

GRAN FINAL

Comenzaron las finales y la adrenalina subió al máximo nivel posible, las porras parecían haber subido el volumen hasta el límite, se confundían los nombres de los equipos y de los pequeños jugadores a los que se alentaba y daban instrucciones. Los goles empezaron a caer y los festejos a lo CR7 aparecieron, abrazos grupales para festejar, mientras del otro lado los defensas trataban de encontrar la explicación a esa anotación sufrida.

Sonando el silbatazo final, explosión de júbilo, los brazos al aire y las sonrisas al máximo, "olé, olé, olé, olé, campeón, campeón" se pudo escuchar cantando a los jugadores y a su porra, el festejo comenzó dentro de la cancha y se trasladó hasta la grada. Pero ahí no terminaría, ya que la ceremonia de entrega de trofeos y medallas se realizó ni más ni menos que al interior del estadio Corona, la casa del primer equipo de los Guerreros del Santos Laguna, donde se montó un escenario para darle su justo reconocimiento a cada uno de los jugadores.

El momento culminante llegó cuando los equipos recibían sus trofeos y los capitanes levantaban las copas por los aires, cañonazos de vistoso confeti, la emblemática música de los campeones y la coronación del esfuerzo realizado, todo se conjugó para ponerle punto final por este año a la inolvidable experiencia que significa la Copa Santos - Peñoles.