Peña Nieto advirtió que en coordinación con el gobierno de Puebla se combatirá a las bandas que se dedican al robo de combustible en la entidad y dijo que el gobierno de la República aplicará todo el peso de la ley a los responsables de los hechos delictivos ocurridos el jueves en Puebla. (EL UNIVERSAL)
Tras la emboscada que dejó cuatro militares y seis presuntos "ordeñadores" de gasolina muertos en Quecholac, Puebla, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto ordenó combatir a los ladrones de combustible, para lo que se reforzó la presencia del Ejército en la entidad con 2,000 efectivos.
Peña Nieto advirtió que en coordinación con el gobierno de Puebla se combatirá a las bandas que se dedican al robo de combustible en la entidad y dijo que el gobierno de la República aplicará todo el peso de la ley a los responsables de los hechos delictivos ocurridos el jueves en Puebla, en los que fallecieron integrantes de las Fuerzas Armadas.
Expresó sus condolencias "a los familiares y compañeros soldados del Ejército mexicano que lamentablemente perdieron la vida en el cumplimiento de su deber en el estado de Puebla".
Por su parte, el gobernador de Puebla, Antonio Gali, anunció el reforzamiento de la presencia del Ejército en este estado, con la llegada de 2,000 soldados, para acabar con las bandas dedicadas al robo de combustibles.
En entrevista a la cadena Televisa, Gali dijo que ayer se sumarían esos elementos militares al combate de las organizaciones criminales involucradas en el robo de combustibles, cuyos integrantes son conocidos como "huachicoleros".
Ayer mismo, en su casa, la 25 Zona Militar, los cuatro elementos del Ejército Mexicano que fueron abatidos el jueves por integrantes de bandas de "huachicoleros" fueron despedidos con honores por sus hermanos de armas.
El robo de hidrocarburos en México se convirtió en un negocio rentable, a veces más que las drogas, y representa la segunda fuente de ingresos del crimen organizado, según el investigador Armando Rodríguez Luna y el senador Roberto Gil Zuarth.
