Muchas veces hemos escuchado a aficionados quejarse porque algún jugador de su equipo favorito no "defiende a muerte la playera" pero pocos saben de dónde salió esta frase tan conocida en el argot futbolero. En su libro "El futbol a sol y sombra", Eduardo Galeano cuenta a grandes rasgos la trágica historia de Abdón Porte, que defendió hasta el final los colores del Nacional de Football.
Porte nació en el departamento de Durazno, Uruguay y pronto emigró a la capital de aquel país sudamericano buscando cumplir su sueño de convertirse en futbolista. A los 17 años debutó con el entonces recién fundado Colón FC y un año después emigró al extinto Libertad. Pero fue en el Nacional donde vivió sus mejores tiempos chutando balones.
Flaco, moreno y de facciones duras, fue figura durante 4 años con El Decano, sus más de 200 partidos defendiendo al Tricolor y las múltiples copas que ganó lo convirtieron en referente para la afición de Nacional que lo ovacionó y vitoreó hasta que la edad lo alcanzó.
De aquel mediocampista de gran presencia que metía fuerte la pierna y cortaba balón tras balón sólo quedaba el recuerdo. Al más puro estilo de Javier Abella, se convirtió en un bulevar. Se le iban hasta las tortugas y pronto salió de la alineación titular.
"El Indio" hizo hasta lo imposible por recuperar el nivel que alguna vez lo llevó a la Selección que ganó la Copa América de 1917 pero todo fue en vano. La banca se convirtió en su posición de juego y los hinchas comenzaron a silbarlo cuando ingresaba de cambio.
Al término de la temporada de 1918. Abdón Porte ingresó de noche a la cancha del Nacional, se paró en el centro del campo y se pegó un tiro. Nadie escuchó el disparo. Al amanecer su cuerpo fue encontrado con un revólver y una carta. "Nacional aunque en polvo convertido y en polvo siempre amante, no olvidaré un instante lo mucho que te he querido. Adiós para siempre". Al final del escrito pidió ser sepultado al lado de los hermanos Céspedes, históricos jugadores del Nacional que perdieron la vida a causa de la viruela.
Miles de personas acudieron a su velorio. "El Indio" se convirtió en una leyenda del Nacional. Incluso, una de las tribunas del Estadio Gran Parque Central lleva el nombre de Abdón Porte. Para recordar al ídolo los hinchas colocan una manta cada día de partido con el enunciado "Por la sangre de Abdón", rindiendo honor a aquél que sí dio su vida por la camiseta.
