Estudio de Frida Kahlo y Diego Rivera, Ciudad de México (1929-1931). Foto: EFE
Uno de los creadores más representativos del México del siglo XX; hizo arte como arquitecto, muralista y pintor de caballete. Fue un personaje que cultivó conocimientos en las parcelas de la historia y la política. Un conocedor que gustaba de vivir y que, como hicieron otros grandes artistas, se planteó el único problema filosófico serio hasta dar una respuesta triple a la cuestión.
Juan O'Gorman, conocido como el padre de la arquitectura moderna en México, fue hijo de un pintor irlandés, Cecil Crawford O'Gorman, y de la mexicana Encarnación O'Gorman Moreno.
Dio sus primeros trazos en el mundo de la pintura gracias al papá. De los cuatro a los siete años de edad, vivió en Guanajuato. El progenitor, que también era ingeniero químico metalúrgico, había sido contratado para trabajar en una mina en aquella ciudad.
Ese paisaje rural que el niño O'Gorman apreció durante esos años permaneció en los recuerdos del pintor. Al reflexionar sobre sus obras atribuyó a aquellos colores y formas de la infancia una influencia de primer orden. Teorizó acerca de la importancia del medio físico, la influencia del paisaje y la geografía, en sus cuadros. “Él se sentía más pintor de paisajes que de cualquier otra cosa”, escribió Roberto Vallarino en un texto (O'Gorman, desde el Azogue del Autorretrato múltiple) contenido en el volumen de 2005, Juan O´Gorman. 100 años. Temples, dibujos y estudios preparatorios, de la asociación civil Fomento Cultural Banamex.
En 1913 la familia O'Gorman se instaló en la Ciudad de México. Las circunstancias derivadas de la Revolución impidieron que Cecil Crawford siguiera trabajando en la industria mineral.
Investigadores y biógrafos describen al impulsor de la arquitectura funcional y orgánica como un espíritu rebelde. Reunía en su persona calificativos como sarcástico, inquieto, progresista y crítico.
Su quehacer como arquitecto comenzó a gestarse entre 1921 y 1925. Recibió la enseñanza teórica en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM; adquirió la práctica profesional en el despacho de Carlos Tarditi, José Villagrán García y Carlos Obregón.
Aquí y allá aprendió ideas, teorías, y aplicaciones prácticas que lo llevarían a constituirse en un referente del diseño de edificios.
DIEGO RIVERA
En Autobiografía, el artista narra que en 1923, a la edad de 17 años, se hizo amigo de Diego Rivera, cuando el pintor hacía el mural a la encáustica del Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria.
O´Gorman aprendió de Rivera principios del ejercicio mural, la geometría dinámica y la composición pictórica a gran escala. Por él se acercó al trotskismo y al comunismo mexicano, del que terminó separándose por diferencias ideológicas. De su relación con el muralista también surgió la entrañable relación del joven de sangre irlandesa con Frida Kahlo, a quien había conocido en la ENP.
CASAS FUNCIONALISTAS
En el periodo de 1928-1931, la futura celebridad construyó sus primeras casas-habitación con el concepto funcional.
Un suceso importante ocurrió en 1929, construyó una vivienda en Palmas 81, frente al antiguo hotel San Ángel Inn. Su intención era mostrar lo que debía entenderse por construcción moderna: incorporar mayores transparencias y una comunicación entre el exterior e interior, así como pintura y guardapolvos en las paredes, aspectos del diseño popular.
En sus párrafos autobiográficos, Juan O'Gorman relató: “Recuerdo la ocasión en que tuve la audacia de pedirle a Diego Rivera que viera la casa que acababa de construir para que me diera su opinión. Tuvo la gentileza de ir a ver la casa, diciéndome que le gustaba mucho estéticamente. La opinión del maestro fue una sorpresa puesto que la casa se había construido para ser útil y funcional. Diego Rivera en ese momento, inventó la teoría de que la arquitectura realizada por el procedimiento estricto del funcionalismo más científico, es también obra de arte, [...] inmediatamente me encomendó que le construyera una casa y un estudio”.
A los 27 años construyó la casa-estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo. La obra resultó de enorme importancia, con ella se dio a conocer en todo el país.
O'Gorman aplicó el esquema racional de sus primeros éxitos para edificar, entre 1932 y 1934, escuelas primarias por encargo de la Secretaría de Educación Pública.
Víctor Jiménez, autor del libro Principio y fin del camino, señala que O´Gorman tenía claro que el reto de un profesional de su área en México pasaba por crear inmuebles que respondieran con exactitud a las necesidades del momento, además de combinar la tecnología más adecuada y la máxima economía.
Se recibió como arquitecto en 1936 y si bien abrió un despacho y ejerció durante con éxito. La idea de que se estaba convirtiendo en un mero contratista y su carácter renuente al mercantilismo de la profesión lo llevaron a cerrar la firma y entregarse a su vocación de artista plástico.
PINTURA
Se alejó de la disciplina constructora -aunque volvería a ella de cuando en cuando- y para 1937 trabaja de manera intensa como muralista, actividad a la que consagró la mayor parte de su vida y en la que también consiguió hacerse de un lugar destacado.
En sus trabajos de caballete cultivó el paisaje, el retrato y unas obras denominadas “fantásticos-realistas” en las que emplea signos objetivos para representar una poética extraída de fuentes imaginarias y oníricas.
Sus técnicas favoritas fueron el fresco, para sus murales, y el temple, o pintura a emulsión, que aprendió de Antonio Ruiz, el Corsito.
La producción de O'Gorman refleja inquietudes sociales y nacionalistas.
Los especialistas destacan pinturas como Recuerdo de los Remedios (1943), La ciudad de México (1949) y Autorretrato (1950). En ésta última aparece en diferentes actitudes al mismo tiempo lo que da testimonio de su personalidad y de las características de su estilo.
En la entrada sobre Juan O'Gorman del libro Pintores mexicanos, Raúl Flores Guerrero señala que en dichos cuadros se observa, gracias a la estructura y la ejecución, la ordenada composición del arquitecto, la línea concisa y firme del dibujante, la maestría del pintor, la afición biológica del naturalista y la original fantasía de un artista verdaderamente notable.
LOS MURALES
A través de las representaciones monumentales, el artista pretendía alcanzar una comunicación con el pueblo. Los habitantes de sus obras son personajes de la historia del hombre en general o de la mexicana en particular. Decía que buscaba llegar por medio de imágenes y actores concretos al individuo común, no al intelectual sofisticado.
Firmó escenas de su actividad creadora en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria (1949-51); también es suyo el Retablo de la Independencia del Museo Nacional de Historia (1959-61); otros ejemplos destacados son el Hidalgo Libertador del vestíbulo del Centro Indoamericano en Santiago de Chile (1963-64); el Francisco I. Madero, sufragio efectivo no reelección (1968-69) y el Feudalismo porfirista como antecedente de la Revolución de 1910-1914 (1970-1973), que pueden apreciarse en el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec.
En los años 1944 y 1945, a la par de su obra de caballete, O´Gorman colaboró con Diego Rivera en la construcción del museo Anahuacalli.
En 1949 inició su obra más conocida, los mosaicos en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, considerada como renovadora del lenguaje del muralismo contemporáneo. Ese mismo año comenzó la construcción de su casa orgánica fantástica, en el número 162 de la avenida San Jerónimo, un compendio de ideas visionarias y utopías, un ejercicio orquestado bajo el influjo de las teorías de Frank Lloyd Wright y de la arquitectura de Antonio Gaudí. El concepto de arquitectura orgánica manejado por O'Gorman es el de una manifestación artística que tiene una relación directa con la geografía y la historia del lugar donde se ejecuta. Es una especie de puente de armonía entre el hombre y la tierra; una propiedad diferenciadora es que refleja la forma y el color del entorno.
De 1952 a 1953, O'Gorman se dedicó casi por completo a la construcción del mosaico de piedras de colores de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Llegó a la quinta década de vida con una racha de fuertes depresiones que inauguró la muerte, en 1954, de Frida Kahlo, con quien mantuvo una fuerte amistad. La pena del arquitecto y muralista se recrudeció a partir de 1957. Sin embargo, en los años siguientes consiguió forjar varias de sus obras más representativas.
En 1964 se afilió al PRI. Fue definitiva la ruptura ideológica con los soviéticos. Criticó al régimen estalinista por reprimir y censurar a los intelectuales del bloque socialista.
En 1969 se mudó de la casa orgánica. Se la vendió a Helen Escobedo, quien la tiró abajo.
Al iniciar los setentas Juan O'Gorman dejó los muros públicos para dedicarse exclusivamente a la pintura de bastidor.
El 18 de enero de 1982, con 76 años cumplidos, el reconocido arquitecto y pintor se quitó la vida de una forma implacable que involucró una soga en su cuello, una bala en su cabeza y veneno en su sangre.
