Sin lugar a dudas nuestra población se ha caracterizado por su romanticismo, desde épocas anteriores hemos disfrutado del trabajo de compositores e intérpretes que en diferentes
Un fenómeno llamado Santos
Hoy hablaremos en este Enfoque de Sociología agradeciendo la gentileza de este prestigiado Diario, Defensor de la Comunidad. Ya lo hemos dicho en otro momento y en otra circunstancia:
El futbol es un fenómeno sociológico colectivo, de masas. No es solamente un deporte, una actividad física, ni sólo un espectáculo público, ni mucho menos sólo un negocio manejado por esforzados empresarios, de los cuales, algunos son mercantilistas. El fútbol es una auténtica expresión cultural, si aceptamos por cultura todo quehacer humano; una manifestación de las masas populares que incluye a todos los sectores de la sociedad, convertido en un medio de escape y desahogo de tensiones, de emociones reprimidas, de inquietudes psicológicas.
En la Comarca Lagunera la sociología del futbol va más allá, se personifica, tiene rostro y tiene nombre. El equipo Santos Laguna es un fenómeno en sí mismo, porque ha logrado en su relativamente corta existencia, aglutinar en su derredor voluntades y propósitos; ha logrado la aceptación de un público que se identifica con él, gracias al esfuerzo de ese puñado de individuos que, conjugando la experiencia con la juventud, dejan el corazón y el alma en el campo de juego. Pero, ciertamente, no sólo los jugadores, sino también la eficaz administración deportiva que tiene claridad en los objetivos y en los medios para alcanzarlos; una dirección técnica que sabe sacar provecho de las aptitudes y capacidades de los que aportan talento y de los que por su juventud, entregan energía, coraje y esfuerzo. Algunos de éstos son "canteranos", así les llaman.
El equipo de futbol, el club deportivo llamado Santos es un fenómeno sociológico, no solamente de nuestra Región Lagunera, sino de las entidades vecinas Chihuahua, Durango y Zacatecas, y el resto del Estado de Coahuila. Ha tenido la virtud y el mérito de identificar el espíritu lagunero, espíritu que se caracteriza por el trabajo, la decisión y la voluntad de vencer obstáculos y alcanzar metas. Por eso hemos vencido la geografía adversa y las condiciones climáticas difíciles.
Santos Laguna es ya un emblema en la región, porque independientemente de diferencias políticas, económicas o religiosas, y aún de carácter cultural o de clase social, los laguneros seamos de Durango o de Coahuila; niños jóvenes y adultos de Torreón, de Gómez Palacio, de Lerdo, Tlahualilo, de Matamoros, de San Pedro, de Mapimí, Francisco I. Madero y Viesca nos sentimos identificados con este equipo, pues a pesar de tener una breve historia, ha dado ya muchas satisfacciones a la noble afición que ha seguido su trayectoria y otorgado su apoyo, en las buenas y en las malas, en las duras y en las maduras.
Es tanta la unificación que el equipo Santos genera en las familias laguneras, que podemos asegurar que en un evento social, en un escenario real o imaginario en el que coincidieran militantes de diferentes partidos políticos, personas de distintas doctrinas religiosas o individuos de diversa condición económica, y discutieran cuestiones y temas en los que no pudiesen ponerse de acuerdo, la sola invocación del nombre del equipo Santos, bastaría para lograr un punto en el que la gran mayoría por no decir que todos, para no caer en la exageración, se identificaría al momento. Y declaramos esto porque hemos estado en eventos diversos en que perredistas, panistas, priístas, morenistas o petistas; católicos, protestantes y ateos o arreligiosos; ricos y pobres; empresarios y asalariados, en algo coinciden, se identifican y los hace comunes: en el fenómeno Santos.
Ahora, una vez más, está a escasos puntos de acceder en el presente torneo a la etapa final de la contienda deportiva, la llamada "liguilla", lo que ha llenado de júbilo a los laguneros. En el partido disputado el pasado domingo 23 del presente mes, en el que enfrentó al considerado más grande y fuerte de los 18 que participan, el club América, al que venció por dos goles a uno, y en el que el equipo lagunero dio una cátedra de futbol, mostrándose superior en todas sus líneas, desde el inicio hasta el final del juego a su contrincante, lo cual hace factible que no sólo llegue a los octavos de final, sino que puede ser considerado como un serio y fuerte candidato al título de campeón. Ojalá.
A pesar del triunfo del club lagunero, que lo colocó en mejor posición que el América, la propietaria de éste, gigantesca corporación televisiva, ha desplegado desde ahora una fuerte y tendenciosa campaña publicitaria, aprovechando los medios de comunicación electrónicos que posee, que son radio y televisión, y aún las redes sociales y los medios escritos para resaltar la calidad y "superioridad" real o aparente de su equipo representativo, y a descalificar desde ahora al Santos Laguna al que minimiza y quiere ridiculizar, pensando en la eventual posibilidad de que se enfrenten en la segunda fase del torneo, menospreciando las cualidades individuales de sus integrantes y la capacidad competitiva como grupo.
Estrategia equivocada que no dará los resultados que sus operadores esperan, porque estamos seguros que los jugadores santistas demostrarán en el campo de juego el material de que están hechos, venciendo con coraje y enjundia los alardes publicitarios de comentaristas "mercantilizados" que ya dan por muerto al pequeño David que posiblemente enfrente a un Goliat electrónico, lo cual seguirá unificando el espíritu lagunero y dando satisfacciones a su afición.
Desde otro ángulo, es una verdad conocida y aceptada por muchos que un triunfo o una derrota del Santos en los partidos celebrados cada dos semanas, a veces en domingo, sábado o viernes, según el equipo con el que le toque jugar, influye positiva o negativamente en el ánimo de los laguneros. Si gana, al día siguiente hay alegría, optimismo, sonrisas en los hogares de las familias de la Comarca; si lamentablemente pierde, la actitud es contraria: ira, tristeza y desánimo, e inclusive se sabe de individuos que desahogan su coraje con la esposa y con los hijos, ¡a golpes!, claro, con la influencia del alcohol. Tal es la penetración social del Santos entre los habitantes de esta Región. Lo dicen claramente con emoción las estrofas de su himno:
"Somos de la Comarca Lagunera
Orgullosos defendemos nuestra tierra;
Tierra de hombres y mujeres de pelea
Aquí nadie nos viene a intimidar.
Verde y blanca nuestra piel y la playera
El que no la sude lo queremos fuera
La confianza corre fuerte por las venas:
Tres ciudades, dos estados y un ideal.
El ser Campeones, por eso en Santos
Siempre juegan los mejores;
Nos gusta ver sudar a nuestros jugadores
Y ver el miedo en la cara del rival.
Somos guerreros, somos campeones
Somos la fuerza de miles de corazones,
Somos el eco de nuestras voces,
ésas que cimbran el estadio.
Siempre que juntos gritamos:
¡Duro, duro, duro Santos, duro,
El mundo entero nos teme por guerreros
¡Y orgullosamente somos laguneros!
