Del sartén a la lumbre
¿Hay algo peor que un sistema de gobierno corrupto?
Claro que sí, señor mío, un gobierno totalitario, encabezado por un individuo que se siente un redentor social, pero en realidad es un dictador, que llega al poder vendiendo fantasías al grueso de la población más amolado.
Compuesto en su mayoría por personas que quieren recibir beneficios gratuitos. Los cuales ningún presupuesto puede absorber. Y lo más lamentable es que su equipo “de trabajo” demanda la corrupción como filosofía de operación. Lo vimos en la Ciudad de México como las tribus crecieron en base de repartir terrenos ajenos y prebendas jugosas, chantajear al sistema de forma descarada como el señor Noroña y el señor Encinas y todos los que hicieron de esta estrategia un modo de vivir y crecer y luego como todos los sujetos que componen estos “partidos” de vivales pues resulta que el más chimuelo masca rieles, pues a separarse y formar otra banda de pillos muy vivillos y todos estos engendros nacieron en el PRI cuando el tal partido no les dio las expectativas que “merecían” y ahora el señor “Peje” que estuvo a punto de incendiar a México cuando no permitía la toma de protesta de Calderón y que endeudó a la hoy ciudad de México con la nada desperdiciable deuda de ocho veces a la que había cuando empezó su período de mandamás y hoy que las tribus le ven probabilidades de hipnotizar a la nación y como buenos roedores que son, abandonarán al “perderé”, que se queda en manos de la señora Padierna, esposa del celebérrimo pillo Bejarano, socio del argentino Ahumada, relacionado con Rosario Robles, o sea como se decía en mi juventud la pura “pus” y que se dicen izquierdistas.
Y hoy se yergue don Andrés como “la esperanza” y ofrece repartir el presupuesto nacional, entregándole a cada mexicano ¡y hay muchas personas que le creen! Individuos que nunca han visto diez mil pesos juntos y el señor Peje se los va a dar por mes al menos eso dice, y por supuesto que votarán por “el señor”.
Lo que no les dice es que después de seis meses, la nación estará en bancarrota absoluta, sin servicio médico, sin agua, sin luz, sin policías, sin comunicaciones, sin comidas, en manos de la delincuencia y muchos etcéteras, y él y su banda vivirán como reyes al igual que en naciones hermanas como Venezuela o Bolivia o Cuba y ciertamente que Dios nos tenga de su santa mano.
El señor “Peje” es un hombre muy inteligente que nos maneja a todos los mexicanos como si sufriéramos retraso mental y nos promete espejitos y lentejuelas, oiga usted el colmo de la irresponsabilidad al difamar a la única institución que sostiene a la nación de un total colapso a manos de la delincuencia, que es nuestro ejército, sí señor, “nuestro” porque es de todos los mexicanos, porque sus cuadros están formados por nuestra gente, nuestro pueblo y que es una institución ordenada y pulcra, que nos demuestra todos los días de lo que los mexicanos somos capaces de hacer cuando hay honor y respeto a la patria, y ese señor don “Peje” sin ningún empacho y con el único fin de ganar adeptos, lanza toda clase de aberrantes declaraciones valiéndole un rábano el daño que produce.
Bueno sería que este señor se diera una vueltecita a Somalia o Sudán o Nigeria donde impera la delincuencia y por supuesto la hambruna que ni la ONU puede llevar ayuda, para que verdaderamente valorara en todo lo que vale nuestra institución armada que hoy por hoy garantiza la libertad de los mexicanos a tal punto que hasta este señor tiene el lujo de libertad de decir tonterías.
Ya basta de que el señor venda su misma cantaleta de siempre, antes fue el “compló” hoy es la “mafia”, pero nunca en sus cuarenta y tantos años de político ha hecho señalamientos directos y con pruebas para verdaderamente encausar procesos legales a los pillos del sistema. Así que probablemente brinquemos “del sartén a la lumbre” y que Dios nos agarre confesados.
Pero a lo mejor es lo que merecemos por comprar fantasías y querer todo regalado, menos ponernos a trabajar. Y que Dios nos proteja.
Arturo Salas,
Torreón, Coahuila.
