Muestra de certificado de acreditación CFA. Foto: CFA Institute
Cada candidato debe reunir los siguientes requisitos: tener un título universitario, pasar tres exámenes, una experiencia laboral relevante que abarque al menos cuatro años, unirse a la asociación CFA local y aceptar el código ético.
Ser uno de los mejores profesionales del mundo, poseer capacidad y conocimientos a la altura de lo más selecto a nivel internacional y obtener remuneraciones mayores que la competencia, eso es lo que representa obtener la credencial de Analista Financiero Certificado (CFA por sus siglas en inglés).
La denominación fue diseñada hace ya más de medio siglo por el CFA Institute ubicado en Nueva York. Para conseguirla es preciso recorrer un largo, riguroso y complicado proceso.
El objetivo del instituto es certificar a los analistas y gestores de inversión internacionales y promover que en su actividad laboral se conduzcan de acuerdo con altos estándares éticos.
El programa CFA, presente en 147 países, es el más valorado a nivel mundial en el ámbito de la industria financiera. En la actualidad hay 120 mil expertos certificados en finanzas, inversiones y ahorros.
La credencial garantiza que el portador proporciona a sus empleadores ideas y planes que son confiables, valiosas para las empresas y apegadas a una estricta responsabilidad laboral.
El instituto exige a los aspirantes demostrar que reúnen bases sólidas para gestionar inversiones y brindan resultados como profesionales de inversión.
Otro aspecto que se acredita es que los expertos posean las habilidades de comunicación para transmitir con eficacia sus hallazgos en materia de oportunidades financieras y riesgos de un entorno económico que cambia de manera constante y en el que con frecuencia se observan contextos agresivos.
La garantía ética del CFA significa que el analista certificado coloca en primer lugar los intereses del cliente.
Un integrante de esa élite tiene acceso a miles de artículos, archivos multimedia, modelos y demás productos y servicios que puede usar para sugerir a sus clientes las decisiones de inversión más inteligentes.
En el instituto norteamericano indican que su misión es potenciar el mundo de las finanzas y convertirlo en un lugar en la que los intereses de los inversionistas vayan primero, los mercados funcionen de la mejor manera y las economías crezcan.
Los profesionales de las inversiones que aspiran al rango más alto de su área laboral deben estar comprometidos con la tarea de fortalecer sus conocimientos, habilidades y capacidades para triunfar en el competitivo y siempre variable mercado financiero.
Cada candidato debe reunir los siguientes requisitos: tener un título universitario, pasar tres exámenes, una experiencia laboral relevante que abarque al menos cuatro años, unirse a la asociación CFA local y aceptar el código ético elaborado por el instituto evaluador.
Las pruebas son duras ya que exigen un conocimiento profundo de tópicos como métodos cuantitativos, economía, finanzas corporativas, análisis financiero y reporte, análisis de valores y gestión de portafolios.
El examen de primer nivel se celebra dos veces al año, en junio y en diciembre; los del segundo y tercer nivel solo en junio. Los tres son en inglés y tiene una duración promedio de seis horas.
La prueba inicial contiene 240 preguntas de respuesta múltiple en las que el examinado demuestra sus conocimientos sobre conceptos y herramientas básicos para la valoración de activos y la gestión de carteras desde una perspectiva internacional.
El segundo examen consta de 120 reactivos tipo test y 20 que demandan respuestas cortas; se abordan cuestiones referentes a la regulación de mercados, el código ético y los estándares de conducta del CFA Institute. También se profundiza sobre la valoración de todo tipo de activos.
El último nivel tiene varias preguntas de ensayo y diez de respuestas cortas. En dicho cuestionario el candidato debe explorar y desarrollar todo el proceso de gestión de carteras así como esquemas dirigidos al empleo de herramientas y modelos de valoración de activos para la gestión de renta variable (mercado de acciones), renta fija (emisiones de deuda) y derivados financieros (activos cuyo valor se basa en el precio de otro activo).
La distinción de analista certificado es considerada la mejor de las formas de validar la formación e integridad en el mundo de las finanzas. Datos del CFA Institute muestran que en 2015 consiguieron la acreditación 14 mil 500 personas de un total de 27 mil 500 candidatos.
Cada nivel de evaluación tiene niveles de aprobación inferiores al 40 por ciento, de manera que es normal repetir al menos una vez cada examen. Se dice que aplicar para cada una de las pruebas exige al interesado cerca de 300 horas de estudio.
Se exige pasar los niveles sólo una vez. Para conservar el título de analista certificado es indispensable renovar el compromiso ético cada año.
El instituto tiene reconocimiento global y califica a sus miembros de acuerdo a estándares internacionales.
De acuerdo a publicaciones especializadas en Finanzas los sueldos de los expertos acreditados van desde los 47 mil a los 117 mil dólares al año (de 893 mil a 2 millones 223 mil pesos al tipo de cambio actual).
El sexo masculino acapara la mayor parte de las credenciales, 85 de cada 100. Obtener la certificación permite aumentar hasta en un 30 por ciento el salario ya que representa una garantía de destreza profesional.
Entre Estados Unidos y Canadá reúnen a más de 55 mil agentes validados. En Europa el CFA tiene más de 10 mil personas aprobadas.
En México, los financieros certificados no llegan a la media centena.
Quienes han recibido el visto bueno de la organización con sede en Nueva York prefieren empleos como administrador de portafolio o consultor financiero. En segunda instancia se decantan por puestos como analista financiero, administrador de riesgo, analista corporativo y asesor financiero.
Especialistas explican que esta validación ofrece más ventajas cuando su beneficiario ha estudiado algún posgrado en administración de negocios.
Diversos empresarios y empleadores en bancos, casas de bolsa, firmas de consultoría y compañías de seguros coinciden en que la certificación CFA es la nota positiva más alta que un profesional de los mercados puede alcanzar y que al momento de contratar a una persona validada por el instituto norteamericano están adquiriendo los servicios de un especialista en administrar portafolios de inversiones.
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