Recuerdos. Le piden perdón a María por el dolor que le causó perder a su hijo en la Cruz. (EDITH GONZÁLEZ)
Como parte del Triduo Pascual, desde hace más de 30 años en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen se lleva a cabo el Camino de Recuerdos en donde se recorre el Vía Crucis de manera inversa, pues es María, la madre de Jesús, quien recuerda lo sucedido en cada una de las 14 estaciones.
En el Camino de Recuerdos la imagen de la virgen es cargada en hombros por mujeres, quienes en su mayoría visten de negro, y en cada una de las estaciones una de las asistentes, lee lo que consideran pudo ser el sentir de María tras ver a su hijo perecer en la Cruz, mientras las demás le piden perdón.
"Atended y ved si hay dolor tan grande como mi dolor. Una loza fría separa mi corazón del suyo y mis ojos hechos para mirarse en los suyos no encuentran luz, están en tinieblas (...)", lee una de las mujeres.
Se le responde: "Comprendemos, señora tu dolor. Jesús está sepultado, bajo la loza fría. Te falta luz y vida. Mas si hemos de morir con él en esta vida, quisiéramos vernos descansados en el recinto de tu seno purísima". Posteriormente se reza un Ave María.
Este ejercicio se realiza en cada una de las catorce estaciones que están colocadas alrededor de la Catedral. Fue el obispo Fernando Romo Gutiérrez, en 1981 quien inició con esta procesión.
"Vengo porque siento esa necesidad de estar aquí y sentirme muy bien. Es muy bonito", dice María Isabel Ruelas, creyente.
El párroco de la catedral, José Luis Escamilla dice que se trata de una devoción donde "se le da su lugar a la santísima Virgen María, el señor Obispo, Don Fernando Romo, fue el que la escribió de sus meditaciones, pensando en la virgen María, qué es lo que iba pensando de regreso".
"Ella viene pensando que Jesús se cayó, que se encontró con las mujeres, cuando lo encontró la primera vez, ella trae ese pensamiento y en cada estación se hace una oración".
Dice que la estaciones inician en la XIV y terminan en la I, que el recorrido es propia de la Diócesis de Torreón, sin embargo no todas las iglesias la practican.
Para el padre José Luis Escamilla esta devoción sigue ayudando a la comunidad católica en la preparación para la vigilia pascual que se celebra por la noche.
Durante la vigilia se enciende el cirio pascual con el fuego nuevo; se hace la bendición de fuego nuevo, las lecturas para la reflexión, después continúan con la liturgia bautismal donde se renuevan las promesas bautismales, para concluir con la liturgia eucarística.
