Columnas la Laguna

'BIEN CHIVA'

M.V.Z. FERNANDO CRUZ CASTILLO

La Atonía es básicamente la parálisis de los músculos, en este caso de la panza, que lleva a que no hay movimientos y el alimento se queda allí estancado, produciendo fermentaciones que llevan a intoxicación y muerte. De modo que el caso es delicado. La cabra es rumiante y por ello es decisivo hacer un chequeo de esta parte anatómica. No se le da la importancia que esto requiere y debemos estar muy familiarizados con el tema, para evitar problemas mayores.

La panza o rumen está ubicada en la parte izquierda del animal, y se chequea en el hijar de ese lado. Lo mejor es usar un estetoscopio, pero como muy pocas personas lo poseen, pues hay alternativas muy valederas. Hay que sencillamente hacer una palpación de esa parte. Así las cosas, ubique el espacio indicado en la imagen y haga presión con los dedos, para chequear el movimiento. Unda los dedos en el punto. Tenga paciencia que estos movimientos son muy lentos, llegando a demorarse hasta tres minutos. Tenga los dedos allí hundidos hasta que sienta el movimiento; y ese movimiento es que el animal le saca los dedos, pasa el movimiento y vuelven a hundirse. Haga la práctica con un animal sano para que sienta los detalles (al lado izquierdo del animal). Algunos, más vivos, tienen un pedazo de manguera (de un metro o menos), colocan una punta en el sitio de la panza y la otra en la oreja y así pueden oír el movimiento. Hay que tener práctica para cuando se presente el problema ya no sea problema.

La atonía se presenta en dos formas principalmente: con producción de gas o sin ella. Si lo primero, se da la timpanización o sea que el animal se observa como inflado. A causa de la ingesta de alimentos muy ricos en carbohidratos de alta fermentación o por cambios bruscos en el régimen alimenticio. Pero también se presenta por falta de agua en la ración, por temperaturas bajas, por alteraciones en el sistema nervioso.

Toda observación es válida por insignificante que parezca. Cuando se presenta el timpanismo, hay medicamentos indicados que dan buenos resultados. Medicamentos específicos para la inflamación porque hay otros para estimular los movimientos de la panza y que se emplean especialmente, cuando hay parálisis pero sin la inflamación comentada.

Caminar el animal también ayuda a la solución. Hacer masajes en el sitio indicado anteriormente (hijar izquierdo) y aquí vamos a los masajes que se dan al corazón en casos requeridos y que vemos frecuentemente en las películas. Acá se procede igual; con el puño cerrado se presiona este punto a una frecuencia igual al masaje del corazón y por 20-30 veces, dejando descansar unos segundos, para reiniciar los movimientos.

Como último recurso requerimos de una aguja hipodérmica de las empleadas en ganadería. Conozca bien el triángulo que se forma en el hijar; recuerde que es posible la presentación de peritonitis, si las cosas no se hacen bien. Ubicado el triángulo, se clava la aguja en el centro del mismo; el aire saldrá con fuerza. Tanta fuerza que generalmente la aguja sale disparada. Ojo con los ojos.

Hay salida violenta del gas y se requiere sostener fuerte la aguja, para que no sea expulsada al exterior. Saliendo buena cantidad de gas, la musculatura ya puede trabajar y pasará el problema. De lo contrario, aplicar medicamentos específicos para esto; hacer caminar al animal; hacerle masajes, como se indicó anteriormente.

La otra presentación (sin inflamación) es frecuente y se origina por las mismas causas. No hay signos externos que den la señal de alarma. Juega mucho su malicia y observación. Cuando vea un animal que no come, que se mantiene aislado del rebaño. Usted ya sabe cómo hay que hacer el chequeo. Y el remedio es similar a la presentación con inflamación, salvo el aplicar la aguja ya que aquí no tendría ningún efecto.

Pero definitivamente el mejor resultado se obtiene con una muy buena y abundante comida; parece que es la solución a casi todos los problemas. Mucho se insiste en este tema, pero todo cae en el vacío y lamentablemente son muy pocas los corrales en los cuales se les proporciona una ración buena y abundante. Otro detalle muy importante a tener en cuenta es la observación de los movimientos de la rumia. Mire con calma al animal cuando está en descanso, generalmente echado y que mueve la mandíbula de un lado a otro, con toda la calma del caso, está haciendo la rumia y en él no juega el problema que se ha descrito. Si la rumia está ausente, ojo. Debe usted estar atento a todos estos detalles, que una persona advertida observa.

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