Campañas políticas
Han iniciado las campañas políticas para elegir a los diferentes cargos en el estado de Coahuila, gobernador, presidentes municipales y diputados.
Y como siempre, más de lo mismo, ataques mediáticos entre los contrincantes de los diferentes partidos en especial PRI y PAN que son las fuerzas políticas que tienen la mayor posibilidad de adjudicarse el triunfo.
Es una lástima que estos actores políticos en vez de ofrecernos propuestas, se la pasen acusándose unos a otros de corruptos, y sacándose los trapitos al Sol,
Las mansiones, los excesos en su forma de vivir, las lujosas camionetas y los ranchos. Porque según se ve todos se han enriquecido de una forma descomunal a la sombra de la política, y así como uno denuncia al otro debemos entender que es verdad todo lo que se diga acerca de su riqueza.
Los ciudadanos preguntamos ¿cómo es que con el sueldo que perciben en sus puestos hayan podido hacerse de tantas propiedades y tanta abundancia?
No se necesita ser un erudito para entender que estos señores son unos corruptos y ladrones, y que nosotros a la hora de votar lo haremos por el menos peor.
Yo invito a la ciudadanía a que salgamos todos a votar este 4 de junio, porque sólo así podemos elegir de una forma razonada y ejercer nuestro derecho. Pero lo mas importante es que una vez que algún candidato salga ganador, debemos darle seguimiento a través de las organizaciones ciudadanas y de participación para exigir transparencia y rendición de cuentas, porque es obligación de gobernantes velar por los intereses de la ciudadanía que es la que los eligió y se deben a ellos.
Braulio Salazar Adame
Torreón, Coahuila
***
Chaparrito
Cuando cumplió cinco años su padre le regaló un balón de futbol. El niño no se despegaba de su pelota, se la pasaba jugando con ella, era una parte de él, dormía con la pelota.
Los buscadores le echaron el ojo. A los nueve años de edad se lo llevaron a las fuerzas infantiles de un club de primera división. Y es que el chamaco cuando corría con la pelota parecía tenerla pegada a sus pies.
Cuando tenía doce años se comenzó a quejar de dolores en las coyunturas, le diagnosticaron una deficiencia hormonal en las glándulas del crecimiento, el niño requiere un tratamiento, muy costoso, ochenta mil dólares, el club sopesó los costos y decidió no aceptar el riesgo.
Aunque el chamaco prometía los doctores vaticinaban que no iba a pasar del metro cuarenta, o sea más que chaparrito, su padre no se rindió, llevó a su hijo de trece años a Europa al club de futbol Barcelona, en cuanto lo vieron lo contrataron, pagaron su tratamiento hormonal, y ahora Lionel Messi es el mejor jugador del mundo, tasado en más de cien millones de euros, no creció mucho sigue siendo chaparrito.
Roberto Barranco Aguilar
Torreón, Coahuila
