Desde la entrada de Trump y ante la amenaza de deportación masiva, mucho se ha hablado de la necesidad de apoyar a través de los tribunales a nuestros connacionales, quienes por cierto, no quieren regresar ya que han construido una vida, patrimonio y familia allá. La asesoría y el acompañamiento legal es la vía. Sin embargo, poco se ha dicho del detalle, posibilidades y tipos de casos que existen.
Los primeros por los que debemos preocuparnos y ocuparnos son los 5.7 millones de mexicanos indocumentados. Ellos son los más vulnerables ante el amplio concepto de criminal del cual forman parte bajo la presunción de comisión de un acto imputable al haber entrado de manera inapropiada al país. La separación familiar, hogares sustitutos y la dificultad de que menores no acompañados lleguen a brazos de sus padres, nos alerta y debe ser considerado para la acción. Asimismo, la participación de instancias internacionales en defensa de los derechos humanos de nuestros migrantes es menester.
Cada persona es un caso por lo que debemos ver la defensa legal con una perspectiva holística y preventiva. Para fortalecer cualquier intento de defensa, se debe informar por todos los medios los derechos de los migrantes y el ABC de los pasos a seguir para protegerse. ¿Qué hacer si te detiene o toca a tu casa el ICE? ¿Qué hacer ante una inminente separación de sus hijos? ¿Cómo se puede ir planeando la defensa de un caso y qué elementos pueden contribuir en ésta? Por ejemplo, cartas de recomendación del empleador y de la comunidad en la que habita que testifiquen la integridad y labor de la persona. ¿A qué beneficios o alivios migratorios pudiera acceder según su contexto? ¿Qué situación imposibilita o dificulta de manera importante ganar un caso ante una posible amenaza de deportación?
El sistema y proceso legal migratorio es discrecional. Hoy una falta muy menor puede tener consecuencias muy grandes. 85 % de los deportados solían ser aquellos que en el intento de entrar a EU eran detenidos. El resto de motivos: faltas administrativas, falsificación de identidad y por desgracia violencia familiar. Sólo 6 % delitos graves. El número de deportados no ha incrementado, sin embargo, si vemos perfiles distintos, más casos de gente que llevaba años en EU y una disminución importante de los que intentan entrar. Peticiones de asilo o visas u, relacionadas con violencia familiar se tornan hoy más complejas. También han incrementado los abusos de patrones con nuestros connacionales por su estatus y miedo.
Los que mejor entienden y pueden proponer alternativas de defensa e información son los abogados especialistas en migración. Ellos identifican al miedo de los connacionales como la principal diferencia entre la administración de Obama y lo que vemos hoy. Les preocupa que la discrecionalidad y falta de respeto a las instituciones y procesos juegue en contra de muchos de los casos como el de Guadalupe o el "dreamer" Daniel.
Trump ha apostado por conectar con los miedos de sus seguidores y de los migrantes. Los hechos, la lógica y la realidad son irrelevantes, son las reacciones pasionales y temores con lo que ha logrado generar empatía en un buen número de estadounidenses. Es, también, a través del miedo que ha puesto en un hilo la salud mental de millones de familias migrantes apostando a que esto los empuje a irse casi voluntariamente. El secreto está en encontrar la manera de conectar con esos mismos miedos de manera distinta y a favor de nuestros migrantes.
(Doctora en políticas públicas de SciencesPo París, experta en migración y seguridad y coordinadora de Agenda Migrante)
