Extradición. Osorio Arellanes será solicitado para su extradición a Estados Unidos.
Autoridades mexicanas arrestaron a Heraclio Osorio Arellanes, uno de los sospechosos de haber participado en la muerte del agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, en un incidente en el que se habrían usado armas ligadas a la operación "Rápido y Furioso".
La Oficina del Alguacil en el Distrito de Arizona informó ayer jueves que Osorio Arellanes, de 38 años, fue detenido el miércoles en una operación de las autoridades mexicanas con la colaboración de agentes federales estadounidenses en un rancho ubicado en la frontera de los estados mexicanos de Chihuahua y Sinaloa.
Osorio Arellanes, quien será solicitado para su extradición a Estados Unidos, era uno de los dos sospechosos que había permanecido como fugitivo en el caso del homicidio de Terry, ocurrido en diciembre de 2010.
Las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de 250 mil dólares por su captura, al igual como lo ofrecen por Jesús Rosario Favela Astorga, el único de los presuntos involucrados que se mantiene prófugo. Otros cuatro acusados de participar en el homicidio ya fueron detenidos y procesados.
Terry murió el 14 de diciembre de 2010 al ser atacado a balazos por cinco hombres que traficaban droga en un área cercana a Nogales, Arizona, a unos 16 kilómetros al norte de la frontera con México.
Los cinco sospechosos entraron de manera ilegal a territorio estadounidense desde México la noche del 14 de diciembre de 2010 con el propósito de robar a los traficantes de drogas sus cargamentos.
La muerte de Terry se ha mantenido como un caso relevante luego que dos fusiles automáticos AK-47 encontrados en el lugar de los hechos, eran parte de las armas contrabandeadas a México bajo la denominada Operación "Rápido y Furioso", que permitió a traficantes enviarlas a México aun cuando eran monitoreados por agentes federales.
Las autoridades federales estadounidenses dieron prioridad a la investigación y búsqueda de los cinco presuntos responsables.
En julio de 2012, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dio a conocer una acusación de 11 cargos contra cinco de los sospechosos por homicidio en primero y segundo grado, uso y portación de arma de fuego durante un crimen de violencia, asalto a un agente federal, y posesión por una persona de un arma prohibida.
