Los habitantes de Ciudad Nazas pues volvieron a ver inundadas sus calles, y el agua negra brotando de las alcantarillas e invadiendo sus banquetas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Decenas de familias de Ciudad Nazas, de alrededor de seis manzanas, se vieron afectadas otra vez por un derrame de aguas negras que los mantuvo despiertos toda la noche a consecuencia de los fétidos olores.
Y curiosamente, hace poco más de un año, la madrugada del martes 22 de marzo, ocurrió algo similar.
No hubo ni tolvaneras ni lluvias, pero un gran brote de aguas negras anegó por lo menos 6 cuadras, desde la avenida Juárez hasta la calzada de la Candela, dejando imposibilitado al acceso a 100 viviendas y negocios.
En aquella ocasión, también el Simas se justificó al asegurar que la causa fue el colapso del colector La Joya II, que estaba en proceso de reparación.
En aquella ocasión fueron 12 horas las que duró el desagüe y la limpieza de calles, banquetas y las viviendas a donde se coló el agua residual .
También como ahora, el Simas prometió resarcir financieramente a las personas cuyas viviendas fueran afectadas.
Ahora, el Simas asegura que luego de las tolvaneras que se registraron la noche de este martes, ocurrió una falla eléctrica debido al accidente de un vehículo de carga contra un poste en el fraccionamiento Latinoamericano que suspendió las actividades del cárcamo Zaragoza, según publicó en redes sociales.
La pesadilla se repitió para los habitantes de Ciudad Nazas pues volvieron a ver inundadas sus calles, y el agua negra brotando de las alcantarillas e invadiendo sus banquetas.
Y es que al suspenderse el rebombeo del cárcamo, las agua negras se desbordaron en el sector conocido como Cerro de las Calabazas y Cerro de la Cruz.
Fueron seis cuadras las que durante la noche del martes y la madrugada del miércoles se inundaron y la intervención de los elementos de bomberos permitió el desagüe de manera que en alrededor de cuatro horas el lugar quedó prácticamente seco.
Raymundo Rodríguez de la Torre gerente técnico del Simas, expresó que el agua de las calles se desvió por el canal pluvial para disminuir el derrame de agua.
“Pero la interrupción de electricidad fue demasiado larga e impidió que el agua fluyera en forma rápida. Nosotros a las 12 de la noche empezamos a bombear en el colector Zaragoza y el Cereso II de manera que poco después de las 3 de la mañana estaba prácticamente desaguado el lugar, pero con encharcamientos”.
Informó que debido a la inquietud de los vecinos, en la mañana se desinfectaron las calles inundadas con cloro y con cal y se pidió el apoyo de la Jurisdicción Sanitaria .
