La información del Gobierno mexicano parece mostrar una cierta desatención a las inversiones en infraestructuras al menos en el último lustro, que sí se ha visto marcado por ajustes fiscales y bajo crecimiento. (ARCHIVO)
En México las cifras son concluyentes, cada punto porcentual de Producto Interno Bruto (PIB) que se dedica a la inversión en infraestructuras, se refleja en un aumento del 1.3 por ciento en crecimiento económico, según datos de la agencia de calificación Standard and Poor's, citados por El País.
O en palabras de José Coballasi, analista de la calificadora en México: “Hay una correlación claramente positiva entre ambas variables (inversión y crecimiento)”.
No obstante, la información del Gobierno mexicano parece mostrar una cierta desatención a las inversiones en infraestructuras al menos en el último lustro, que sí se ha visto marcado por ajustes fiscales y bajo crecimiento.
El País cita que en el periodo 2008-2013, que es el último en que hay datos para México y todos los países de América Latina, nuestro país fue el que menos invirtió en este rubro (apenas el 1.7% del PIB) en toda la región.
Este 1.7%, señala el medio referido, es "casi la mitad que la media de los países de la región, lejos de economías menos desarrolladas como Honduras (más del 4% del PIB) y Nicaragua (por encima del 5%) y a años luz de sus propias tasas de inversión de hace tres décadas".
En comparación con países como Estados Unidos o Canadá, que destinan el 5 por ciento, la brecha es innegable.
TRIPLICAR ESFUERZOS
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha exhortado a las autoridades mexicanas a triplicar su esfuerzo inversor, no obstante, esto apenas figura en los programas electorales y su consecución se percibe difícil en estos momentos en los que dominan las restricciones presupuestarias.
Pero de volver la mirada a este sector, las necesidades más acuciantes se concentran en tres sectores: el carretero, el ferroviario y el portuario, para lo cual los especialistas piden un cambio de enfoque integral.