Choque. Varios de los manifestantes entraron al edificio del Congreso de Paraguay, rompiendo los cristales de la entrada.
Ayer Venezuela y Paraguay vivieron jornadas de tensión y violencia, debido a las manifestaciones en contra de decisiones por parte de los gobiernos de esos países y que van en contra la vida demócratica.
Los venezolanos salieron a protestar en Caracas y otros estados del país en rechazo a la sentencia que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) publicó el miércoles, en la que asume las competencias de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) por persistir en un "desacato". Por la noche, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instaló "oficialmente" el Consejo de Defensa de la Nación, sin la presencia de la fiscal general de ese país, aunque esta instancia haya sido convocada para "resolver" el "impase" que generó la posición de la Fiscalía ante una sentencia del Supremo.
Mientras en Paraguay, el gobierno de Horacio Cartes vive su mayor crisis institucional tras la toma del Congreso por varios manifestantes contrarios a la enmienda constitucional como vía para facultar la reelección presidencial, que ayer fue aprobada por 25 senadores en una reunión denunciada como ilegal por parte de la oposición.
Esa sanción, llevada a cabo sin la presencia del resto de los 45 senadores y del presidente de la Cámara, Roberto Acevedo, provocó una batalla campal en las cercanías del edificio, que fue incendiado en parte, y en la que resultaron heridos varios legisladores.
Varias instalaciones del Congreso fueron pasto de las llamas causadas por los manifestantes, que arrojaron piedras a la policía y ocasionaron destrozos en diferentes enfrentamientos.
