Tienen mucha razón quienes proclaman que los Estados Unidos de América, antes la primera y gran potencia mundial, está en decadencia, crisis o en el mejor de los casos en un proceso de metamorfosis.
Los hechos ocurridos en los últimos meses en torno a la sucesión presidencial son insólitos, sorpresivos e inéditos en una buena parte de ellos.
En primer lugar la elección por primera vez en la historia de un empresario sin la menor experiencia en el servicio público, representa un suceso histórico. Los resultados se conocerán a la vuelta de cuatro años, pero por lo pronto buena parte del mundo y de la propia Norteamérica están sufriendo las consecuencias.
En otro hecho insólito, Rusia fue acusada de intervenir en las elecciones norteamericanas para dañar la imagen de Hillary Clinton y favorecer el triunfo de Donald Trump. No existe un dictamen oficial que lo confirme, pero el hecho de que se investigue tal posibilidad, deja en entredicho al sistema electoral del vecino país.
Y pensar que acusaciones similares antes eran propias de países como Venezuela, Nicaragua, El Salvador o México, pero no de Estados Unidos.
La guerra abierta de Trump en contra de los medios de comunicación, primero como candidato y luego como presidente, ha debilitado la credibilidad de una de los sectores más respetados en la Unión Americana.
La hostilidad contra la prensa le costó a Richard Nixon la presidencia, en cambio a Trump sus agresiones y acusaciones contra los medios lo llevaron a la Casa Blanca. ¿Por qué la sociedad norteamericana no defiende a los medios de comunicación y permite que tal institución sea agredida y degradada por un gobernante?
La conformación del gabinete presidencial ha sido otro suceso insólito en la política norteamericana. Algunos lo comparan con la directiva de un exclusivo club de golf y otros con un consejo de banqueros millonarios, lo cierto es que buena parte de los secretarios de Trump no tienen la experiencia y en algunos casos ni siquiera los requisitos básicos para ocupar sus cargos.
Es muy probable que a la vuelta de un par de años muchos de ellos sean relevados ante los traspiés que seguramente habrán de cometer.
En Estados Unidos siempre se ha cuidado la división entre poder y familia. El nepotismo es una práctica por demás extraña y muy criticada. Un buen número de votos a favor de Trump fue porque no querían la extensión en el poder del clan Clinton a través de Hillary.
Hoy la división poder y familia ha quedado atrás con Donald Trump. Primero nombró como consejero especial de la Casa Blanca a su yerno Jared Kushner y esta semana fue su hija Ivanka quien fue designada como asistente especial del presidente. No se le asignó un sueldo, pero sí una oficina en la mansión presidencial y obviamente presupuesto para viajes y eventos.
Antes pensábamos que esto ocurría sólo en México y países del tercer mundo, sin embargo, la modalidad del nepotismo se ha instituido en el país más rico del mundo.
Por último queda claro que la relación del gobierno de Estados Unidos con los países del mundo ha dado un vuelco inesperado y peligroso.
La diplomacia tradicional ha sido suplantada con los desplantes de Trump en contra de naciones como México y del Medio Oriente, además el mandatario ha llegado al extremo de regañar a sus homólogos por la vía telefónica y desairar a otros como fue el caso del presidente Peña Nieto. Tarde o temprano el gobierno norteamericano pagará las consecuencias, pero por el momento ni siquiera se han ofrecido las consabidas disculpas ni reparado los daños.
"Make America great again", dice la proclama de campaña de Trump que en nada concuerda con las acciones de su gobierno errático, caprichoso y hasta el momento poco efectivo.
NOTICIA FINAL
Vaya, vaya, una de cal por las que van de arena. El gobierno norteamericano por voz de su secretario de Seguridad Nacional. John Kelly, anuncia una Cumbre Migratoria para analizar el problema de los migrantes centroamericanos en la que México fue invitado en calidad de copresidente de la misma. La reunión se llevará a cabo el próximo mes de mayo en Miami, Florida, y participarán además Canadá, Colombia, Honduras, El Salvador y Guatemala. Esperemos que los asuntos migratorios relacionados con México también sean abordados.
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