Solidaridad. Félix Colomer Valles presenta su ópera prima. (HUGO CASTRO)
El novel director catalán Félix Colomer Vallés presentó en el 32 Festival Internacional de Cine de Guadalajara su documental Sasha, su ópera prima.
En éste se narra la historia del pequeño Sasha, un niño ucraniano de 9 años que los veranos viaja a una familia "de acogida temporal" a Barcelona y trata de acercarse a esta rutina de "shock" de vivir en medio de dos realidades diferentes, mientras con su madre vive en la pobreza, en España tiene vive un cosa totalmente distinta tanto económica, social y emocionalmente. "Él trata de entender esto como lo lleva por dentro si lo lleva bien o no y de cómo va creciendo Sasha en medio de esta vida".
Esta dinámica que se da en varios países de Europa, es realizada por ONG's para llevar a niños de escasos recursos a salir un poco de su realidad con problemas y convivir con una familia que lo acoge por una temporada en el verano o en algunos casos en invierno. "Se hace para que los niños tenga una visión diferente de la realidad, que tengan la oportunidad de aprender otro idioma, otras costumbres. Que la violencia no es el único camino que existe, sino que hay más formas de vivir".
Sin embargo se respeta la realidad que vive el menor en su país natal, "no se dice que lo de Ucrania sea malo, tampoco que una cosa es mejor que otra, sino que son distintos".
Surge el cuestionamiento de que si dicha dinámica es buena para un niño, "pensaba que era como si se le mostrará al niño una paleta y se le escondiera. Sin embargo la ONG responsable de esto nos responde que es una experiencia buena para el menor, ya que valor tanto a la familia, el bienestar, el cómo se relaciona con la gente y eso es parte importante de su crecimiento. Pero para él tampoco es un trauma, porque desde los cinco años está haciendo al punto que él es muy feliz en Ucrania. No se va llorando porque regresa a su país, el extraña a su madre y quiere regresar a Ucrania, él es muy feliz por esta experiencia".
El documental no trata de mostrar si España es mejor o no, sino la experiencia que vive Sasha y cómo va asimilando las realidades, como la de los refugiados. "Él tiene la oportunidad de conocer a una niña de Ucrania de la parte de Crimea que está como refugiada, en donde están en guerra con los rusos, si no en combate si en alerta constante. Se hacen como novios y le cuenta a él la experiencia de la guerra, pero Sasha se cuestiona la forma en como ella está viviendo este momento, si su papá de ella está todavía vivo o no".
A pesar del surgimiento de los nacionalismos, Sasha nos da una lección de lo que es la solidaridad. "Es muy interesante ver también la visión que tiene Sasha. Nos encontramos a un indigente en Barcelona y me dijo que le diera todo el dinero que traía. Él es pobre en Ucrania, pero ahí no hay personas pidiendo en las calles porque no existen, por eso me cuestionaba ¿cómo es posible esto, por qué nadie lo ayuda? Y es que su experiencia en Ucrania no existen porque entre ellos se ayudan, si alguien necesita todos se unen para apoyarlo, algo que no pasa en España ni en otras partes del mundo".
