Informe. Según el informe, el nuevo plan de salud haría que hasta 14 millones de estadounidenses perdiesen su cobertura médica.
Impávidos ante los desafíos de algunos colegas republicanos, los líderes del partido y la Casa Blanca redoblaron ayer martes sus esfuerzos para impulsar en la legislatura una reforma al sistema nacional de salud tras la publicación de un reporte que señala que millones de personas quedarían sin seguro de gastos médicos con la nueva iniciativa.
El presidente Donald Trump, cuyos sólidos resultados electorales en regiones republicanas lo convierten en el principal activo del partido en el Capitolio, discutió vía telefónica el proyecto de ley con los dos máximos republicanos en la Cámara de Representantes. También envió al vicepresidente Mike Pence y al secretario de Salud, Tom Price, a escuchar las preocupaciones de los senadores del partido.
Dado que los líderes del partido esperan pasar la medida por la cámara baja la próxima semana para que el Senado pueda debatirla, es prácticamente un hecho que habría cambios. El portavoz de Trump reconoció que estaban abiertos a los ajustes con tal de conseguir respaldo.
"Nunca se trató de todo o nada", dijo el secretario de Prensa, Sean Spicer.