El mejor calificativo de la increíble hazaña de Italia al anotar cinco carreras en el cierre del noveno para vencer a México 10-9 es que fue toda una obra de arte. Ese retorno del noveno inning cuando el juego lucía en la bolsa del equipo mexicano nos demuestra ampliamente que el Beisbol es el mejor deporte inventado por el ser humano ya que nada está escrito hasta que cae el último out. Y las palabras geniales de Yogi Berra pasaron por la mente de muchos de los aficionados que vimos el juego celebrado en Guadalajara: "Esto no se acaba hasta que se acaba".
Estaba fresca la remontada del equipo Barcelona un día antes cuando el equipo italiano, que ha ganado Mundiales de Futbol pero en Beisbol no era nadie hasta que encontró al equipo de México como su mejor cliente para brillar intensamente.
Por segundo Mundial seguido el equipo de Italia le sacó de las manos el triunfo a México con un ataque de la novena entrada. Hace tres años fue sobre el relevo de Sergio Romo en el noveno y ahora contra Roberto Osuna que fue acribillado por la metralla italiana antes que llamaron a Oliver Pérez que aceptó los dos últimos hits del gran final. Literalmente el equipo mexicano no pudo sacar out en ese feroz ataque rival y no hay que olvidar lo mucho que perjudicó un error de "Cochito" Cruz en las paradas cortas y un tercer strike que se comió el ampáyer principal que todo el juego tuvo una voluble zona de strike y perjudicó a pitchers de ambos bandos.
Obviamente tiene que haber culpables en una derrota tan catastrófica y la verdad es que Roberto Osuna se vio fuera de forma y cada vez que se esforzaba por tirar más duro no pudo colocar la buena recta que tiene en forma consistente. Creo que con esa gran ventaja de cuatro carreras en que no había situación de salvamento el mánager Édgar González debió traer primero a Gyovanni Gallegos y luego a Osuna si hacía falta. Por lo menos no pudo ser peor de lo que se vivió en un cierre del noveno para narraciones terroríficas.
México dominó el juego por ocho entradas y había sobrevivido a cuatro jonrones del equipo italiano del que apuntamos un día antes que traía a este Mundial su equipo más fuerte de toda su historia.
Jonrones de Esteban Qurioz y Japhet Amador que dieron otros batazos impulsadores también le dieron la ventaja a México que luego creció a 9-5 para que fuera aparentemente fuera cuestión de trámite que el equipo plagado de norteamericanos ganara su primer juego. Nos sorprendió ver jugando a Adrián González que no había visto ningún juego de práctica debido a problemas en un codo y totalmente fuera de forma se fue de 5-0 para ser un estorbo.
La quinta entrada fue el momento genial del partido cuando el pitcher "pulpo", Pat Venditte, relevó por Italia y lanzó tanto de zurdo como de derecho de acuerdo al bateador contrario. México tomó sobre el "pulpo" la delantera aunque el ampayer principal perjudicó al lanzador de los dos brazos.
Pero luego vino la novena entrada que convirtió el partido gracia a Italia en una auténtica obra de arte al estilo Leonardo Da Vinci.
