En lo que parecía podría ser un Maratón menos atractivo, sin contar con la presencia de corredores élite, el Maratón Lala se convirtió en una verdadera película de Hollywood.
Por primera vez, dos laguneros se quedaron con el primer lugar. Ambos forman una pareja sentimental... son novios, pues.
Era evidente que sin la presencia de corredores de color, provenientes de otros continentes, y sin mexicanos de alta competencia, se abría la posibilidad para que por fin los atletas de la región pudieran quedarse con los primeros lugares. Como finalmente sucedió.
Sin embargo, pensar que entre 5,200 personas que debieron iniciar la prueba ayer, los dos ganadores de sus respectivas ramas serían novios, era pensar demasiado.
Ahora el disparo de salida fue el mismo para todos. Y metro a metro, los hombres se despegan de las mujeres... al menos los que compiten por los primeros puestos.
Así, Isabel Vélez tuvo que ver como Daniel Ortiz se alejaba de ella durante el recorrido. Pero conforme llegaba al final del camino, supo que Daniel había terminado en primer lugar.
¡Qué motivación más grande recibió Isabel para, a su vez, terminar su propio reto y de paso poder cumplir un sueño!
Y no es que sea la carrera más extenuante que exista; "correr 42 kilómetros no es nada, cualquiera lo puede hacer", me comentó un día don Germán González Navarro caminando en los jardines de su casa. "Mis respetos para los corren 100 kilómetros, eso sí es una hazaña", decía como queriendo minimizar sus logros.
Pero la constancia lo es todo, la clave del éxito, un ejemplo a seguir, una motivación para los más incrédulos.
La historia de este Maratón parece perfecta, casi planeado. Ni quien extrañe a los foráneos. Daniel e Isabel han escrito una nueva historia en la carrera más importante de una prolífica regió y de paso han hecho más "nuestra" una "fiesta" que se celebra año con año.
Mientras tanto, en CU, Santos Laguna dejaba el invicto en una tarde plagada de errores, principalmente de sus delanteros.
Ahora sí, que Djaniny no calle a la afición con burdas señas, que lo haga con goles. Que se dé cuenta que aquí no se trata de anotar de vez en cuando, a menos que seas Ludueña, sino de ser constante. Guerrero de tiempo completo. Se trata de meter goles trascendentes.
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