Solidaridad. Pide la Diócesis de Gómez Palacio, que se apoye a los migrantes que han sido deportados de los Estados Unidos. (ANGÉLICA SANDOVAL)
En los últimos veinte días, ha crecido hasta en un 20 por ciento la afluencia de mexicanos deportados de Estados Unidos que llegan a la Diócesis de Gómez Palacio a solicitar ayuda.
La mayoría son originarios de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo y San Luis Potosí, que llegan "descorazonados, dolidos", pero con la esperanza de que en México se les brinde una oportunidad laboral para poder sacar adelante a sus familias. "Son personas que vienen destrozadas de su corazón, principalmente los que tienen familiares que se quedaron en Estados Unidos... y pues espiritualmente hay que apoyarlas", señaló Julio Carrillo, vicario general diocesano.
Aunque se trata de brindar ayuda, dijo que la Diócesis no cuenta con un lugar propio para dar resguardo, pero que al menos, se ha tenido contacto con las autoridades civiles para poder canalizarlos a un albergue y que ahí, puedan recibir la atención correspondiente.