Si existe alguna responsabilidad en la historia sobre la discriminación a la mujer, habrá que entenderla como una parte del desarrollo y superación de la propia humanidad como especie animal y, desde luego, reconocer que es una gran injusticia que tiene sus orígenes en el deseo de administrar poder.
Ya en otras ocasiones hemos dialogado sobre el origen de las deidades y como la primera diosa fue femenina; nada más lógico, cuando el hombre de las cavernas debió discernir y descubrir los atributos de la madre naturaleza, dándole origen divino.
Luego, pudo maravillarse con la maternidad y la posibilidad de perpetuar la vida a través del embarazo, que sin duda le dio otra buena razón para pensar que la primera diosa fuera mujer.
Entre todas, como una de las grandes injusticias, queda la historia de María Magdalena, personaje bíblico que ha ocupado tiempo de estudio a los especialistas en arqueología bíblica, buen tema para el "Día de la Mujer", festejado cada 8 de marzo.
A la fecha, hay grandes discrepancias entre los investigadores apegados a la Iglesia Cristiana y aquellos que, siendo independientes, insisten en encontrar datos de la mujer a quien han estigmatizado, contrastando radicalmente las opiniones: unos, calificándola de prostituta; otros, reconociéndola como líder entre los primeros cristianos: María Magdalena.
Con atributos humanos especiales, al parecer reconocidos por el mismo Jesús, lleva en su nombre el recuerdo de Magdala, una pequeña ciudad a las orillas del mar de Galilea.
Sus pobladores, sencillos judíos dedicados a la pesca, eran reconocidos como grandes exportadores de pescado, que salaban y guardaban en toneles de madera para luego ser transportados y enviados hasta la capital del Imperio Romano. De ahí el nombre de la ciudad a la orilla del mar: Magdala, también conocida como "la ciudad del pescado salado".
En los libros sagrados de los judíos, se habla de la "ciudad del pecado", refiriéndose a Magdala, que igual que Sodoma y Gomorra, fue destruida por Dios, antecedente grave para considerar a María como mujer pecaminosa, por vivir ahí.
Aunque algunos ubican ahí el nacimiento de María de Magdala, -probablemente errados- su presencia en ese lugar es motivó de discusión.
Karen Amstrong, investigadora reconocida en el campo de la arqueología bíblica, dice que siendo huérfana de padre, hermana de Lázaro, al negarse a contraer matrimonio con un viejo, -costumbre del medio oriente- fue desconocida y desheredada por la madre, orillándola a abandonar su hogar en Betania, radicándose en Magdala.
Al parecer, según autores de algunos libros apócrifos, ella fue favorita de Jesús, por reconocerle una especial capacidad intelectual, demostrada al momento de asimilar sus enseñanzas; otros, se atreven -errados- a relacionarla románticamente con el Mesías y algunos más, aseguran que provocó el celo de Pedro y que, ante la amenaza a su liderazgo en un mundo machista, fue desprestigiada y eliminada como apóstol femenina.
También afirman de ella que su procedencia de alto linaje -versión contrastante a la de ser vendedora de pescado- le permitió recibir una buena educación, acorde a su tiempo, explicación del desarrollo de sus habilidades artísticas e intelectuales que le permitían sobresalir.
Gregorio VII, Papa a quien se le cita como el autor de la Reforma Gregoriana de la Iglesia Católica, desde la Basílica de San Clemente, construida en Roma en el siglo VI, la declaró culpable de los siete pecados capitales; siendo ese señalamiento el origen de su fama como prostituta.
En 1969, la propia Iglesia Católica, la reconoce como injuriada, intentando regresarle parte de su dignidad como mujer culta, conocedora de las enseñanzas de Jesús.
En una población del desierto egipcio se encontraron papiros depositados en una vasija de barro que describen la relación de María Magdalena con Jesús, leyéndose sobre un beso dado, sin saberse en que lugar de la cara fue depositado, lo que ha dado lugar a habladurías.
Algunos quieren construir la hipótesis de un romance a partir de los datos incompletos; otros, maliciosamente, no recuerdan los usos y costumbres del Medio Oriente, donde tal saludo y contacto humano simplemente representa una relación de afecto y confianza que aún se utiliza, costumbre traNsmitida a otras etnias, como la italiana.
Mas tarde, en algunos rollos de papiro encontrados en las montañas de la costa del Mar Muerto, descubrieron lo que identificaron como el Evangelio de María, un texto escrito al menos doscientos años después de Cristo, en lenguaje Kopto -egipcio antiguo-, otro de los conocidos como apócrifos.
Como dato curioso, para entonces existían al menos media centena de predicadores de la vida de Jesús, cada cual con su secta y su propio evangelio.
Lo cierto es que, por las razones que usted quiera, fue injuriada y acusada falsamente de prostitución, quedando su historia como una constancia del menosprecio que ha recibido la mujer. ¿Qué le parece?
