Parte de los 600 millones de pesos que se autorizaron para obras hidráulicas y sanitarias, deberán destinarse a la ampliación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como a la construcción y reposición de colectores del drenaje.
Dichos recursos, ya aprobados por la Federación a través de la Comisión Nacional del Agua son a los que el Municipio no puede acceder, mientras no se liquiden los 33 millones de pesos que adeuda a dicha dependencia por los derechos de extracción, que la administración de José Miguel Campillo dejó de cubrir.