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Arturo tolentino hernández, un compositor coahuilense

Dr. Leonel Rodríguez R.

El pasado viernes 9 de diciembre del 2016, en la ciudad de Chihuahua, en el Museo Casa Juárez, a las 19 horas, se llevó a cabo la presentación del volumen discográfico JOYAS DE LA MÚSICA CHIHUAHUENSE, de la autoría del Lic. en Música y Maestría en Artes, Raúl Balderrama Montes, quien después de muchos años de investigación, nos presenta parte de la obra musical de dos grandes compositores: uno de ellos, cien por ciento chihuahuense, el otro, orgullosamente coahuilense, aun cuando toda su obra musical la realiza en varios municipios del estado grande del país: Francisco Moure Holguín (1897-1964) y Arturo Tolentino Hernández (1888-1954), respectivamente, donde tuvimos la oportunidad de estar presentes, invitado por el autor de esta joya musical, que aun cuando teníamos más de cinco años en comunicación, no teníamos el gusto de conocernos, ya que de una forma muy modesta colaboré en sus investigaciones al enviarle información del municipio donde había nacido el Maestro Tolantino.

"Uno de los compositores más reconocidos en México durante el Siglo XX, y aún de la actualidad, es Arturo Tolentino. Su vals Ojos de juventud es considerado como uno de los más bellos de México y digno representante en el ramo de la música de Coahuila, de donde es nativo.

Arturo Tolentino nació en el municipio de Sierra Mojada, una pequeña población serrana ubicada en lo profundo del Bolsón de Mapimí, también conocida como Comarca Lagunera. Sus abuelos paternos fueron Pedro García y Francisca Tolentino de Santa María de las Parras, Coah. Sus padres fueron Juan García Tolentino, también de Parras, y Herlinda Hernández García, originaria de Mapimí, quienes se unieron en matrimonio en 1887. En el otoño de 1888, un miércoles 12 de septiembre, a las seis de la tarde, nace Arturo. De 1889 a 1905, nacieron sus hermanos, María, Ernesto, Ofelio, Juan, Emilio, Juan Otilio y Rafael.

La Familia García Hernández decide cambiar de residencia a Chihuahua y deja Sierra Mojada en 1901, después de 12 años de compartir sus vidas en esta villa que los vio crecer. Arturo vive en Santa Eulalia, Chihuahua, Parral y en Ciudad Juárez, donde vivió sus últimos 15 años (de 1939 a 1954, año en que falleció, el miércoles 3 de febrero, a la edad de 66 años).

La obra de Arturo Tolentino, localizada de 1992 hasta la fecha, consta de veinte composiciones: Ojos de juventud (vals), compuesta en 1921; Parral unionista (marcha), de 1922; Hora de encanto (vals), 1925; Almas gemelas (vals), 1925; Besos furtivos (vals), 1925; Intermezzo sinfónico, 1926; Flor María (vals), 1928; Ven para siempre (danza), 1929; Dora, (vals): En alas del ensueño (vals); Sonrisas de primavera (vals); La dama blanca, Maravilla, Muñequita, Tus ojos, Uranus; Alma lis y el tango Negra María.

La danza, como composición musical, se sustituye rápidamente por el danzón; sin embargo, algunos músicos las siguen componiendo al final del Siglo XIX y primeros años del XX, como es el caso de Ven para siempre (1929) para voz y piano con letra de Manuel Aguilar Sáenz, que mantiene el compás 2/4 derivado de la contradanza española, con una pulsación acentuada en el segundo tiempo, a diferencia de la marcha Parral unionista, que es una forma de danza igualmente en compás binario, pero que utiliza el puntillo al inicio del compás, definiendo el movimiento que ayuda a llevar el paso.

Alma parralense, un fox trot que marca la tendencia vanguardista de Tolentino, ya en la década de los treinta, cuando este estilo musical alcanza gran popularidad en Estados Unidos, marcando su época dorada en América y Europa.

Al igual que Francisco Moure, Tolentino se decanta por la composición de valses, dando vida a Besos furtivos, Flor María, Almas gemelas, En alas del ensueño, Hora de encanto, Ojos de juventud y Sonrisas de primavera, obras muy apreciadas por la sociedad de la época. El elemento técnico de la obra de Tolentino está constituido por estructuras y formas tradicionales en donde la regularidad de las frases y períodos dan sensación de equilibrio matemático. Las imitaciones rítmicas y melódicas son consecuencia natural sin ser el contrapunto un elemento desarrollado en su trabajo compositivo. En el sentido armónico, impera el lenguaje diatónico, sin embargo, se hace sentir la aplicación de acordes alterados y evidentemente de cromatismos melódicos que conectan intervalos generalmente compensados. El uso recurrente del grado conjunto como alma de la melodía da coherencia a la línea para luego sorprender con saltos anábasis y catábasis que refrescan y dan interés en su obra (Tomados de las investigaciones realizadas por Raúl Balderrama Montes y Luis Carlos Anzaldúa González).

Seguro estoy que es importante mencionar que el vals más conocido de nuestro compositor coahuilense, Arturo Tolentino, Ojos de juventud y Julia, fueron grabados en México, España, Nueva York y Los Ángeles, entre 1921 y 1930, por los principales intérpretes de la época.

Hasta donde hemos logrado investigar, tan sólo una biblioteca pública de Cd. Juárez, Chihuahua, lleva su nombre y nos atreveríamos a agregar que en su estado natal es prácticamente desconocido. Creo que es un buen momento para "revivirlo" a través de la difusión de su obra musical y de esta pequeña biografía que logró investigar el Licenciado Raúl Balderrama Montes.

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