En el calendario cívico de la Patria, hay dos fechas importantes y significativas que, lamentablemente, se olvidan o no se celebran como debiera ser por parte de autoridades e instituciones:
A Cuauhtémoc, héroe mayor de nuestra historia, poco se le recuerda y no ha sido reconocido en toda su grandeza. "Joven Abuelo; Único héroe a la altura del Arte", lo llamó el poeta jerezano Ramón López Velarde en su Suave Patria. Lo hacemos ahora porque febrero es el mes en que el último rey de los aztecas asciende al trono mexica y, aunque hay controversia, febrero es también el mes de su muerte.
De acuerdo a Códices y Crónicas prehispánicos, éstos fueron los gobernantes del Imperio Azteca y su cronología: Tenoch (Tuna de piedra) 1325-1376; Acamapixtli (El que empuña la caña) 1376-1395; Huitzilihuitl (Pluma de Colibrí) 1395-1417; Chimalpopoca (Pluma que humea) 1417-1427; Itzcóat (Serpiente de pedernal ) 1427-1440; Moctezuma Ilhicuamina (Flechador del cielo) 1440-1469; Axayácatl (Cobra de agua) 1469-1481; Tizoc (Pierna enferma) 1481-1486; Ahuízotl (Perro de agua)1486-1502; Moctezuma Xocoyotzin (Señor joven y respetado) 1502-1520; Cuitláhuac (Excremento seco) 1520-1521; Cuauhtémoc (Águila que cae) 1521-1521.
Muchas biografías de Cuauhtémoc se han escrito por historiadores e investigadores, tanto extranjeros como mexicanos. En cuanto a la fecha de su nacimiento, señalan que fue en Anáhuac en el año de 1502, y que muere el 28 de febrero de 1525. Último gobernante azteca, llega al poder en 1520 como sucesor de Cuitláhuac, quien era sobrino de Moctezuma II; Tecuichpo (Copo de algodón), hija de éste, fue su esposa. Al ver que Moctezuma no los defendía, "(¡Ay Moctezuma, rey de llantos, monarca destronado por la duda, qué harás por los cielos de tu Patria!.- López Bermúdez)", el pueblo se rebeló derrocándolo, poniendo entonces a Cuitláhuac, pero a los dos meses murió víctima de la viruela. Lo sucedió Cuauhtémoc quien tenía 18 años al ascender al trono, en la época en que su ciudad estaba sitiada por los españoles. Para hacer frente a éstos pidió refuerzos a las tribus vecinas, pero de todos los nahuas, sólo los tlaltelolcos se mantuvieron leales a los mexicas.
No consiguió tales refuerzos; Cuauhtémoc fue capturado en el Lago de Texcoco cuando dejaba Tenochtitlan. Fue entregado a Cortés junto con los supervivientes "pipiltin" (nobles aztecas). Al principio Cortés le dio un trato caballeroso; sin embargo, permite que el tesorero real Alderete le torturase, quemándole los pies en aceite para que Cuauhtémoc revelase el paradero de un supuesto tesoro escondido.
En 1525, Cortés inicia una expedición a lo que hoy es la República de Honduras (Las Hibueras), llevando consigo a Cuauhtémoc y a otros varios nobles indígenas, entre ellos a Tetlepanqueltzin, temiendo que el guerrero azteca pudiese organizar una insurrección en su ausencia. Lo cierto, dicen las crónicas, es que Cuauhtémoc pretendió dar aviso o informar a otros pueblos indígenas de las intenciones del conquistador español, lo cual constituyó para el ibérico, elementos suficientes de una conspiración, y al enterarse de ello, ordenó su ejecución. Fuentes españolas e indígenas cuestionan los motivos que tuvo Cortés para ordenar la ejecución, y Fernando de Alva Ixtlixóchitl, cronista mexicano del siglo XVI, avaló la conspiración para ahorcar a Cuauhtémoc sin juicio previo. No hay certeza en cuanto la fecha de su muerte, pero se cree que fue el 28 de febrero de 1525.
A la muerte de su primo Cuitláhuac, Cuauhtémoc, hijo de Ahuízotl, fue elegido Huey Tlatoani en febrero de 1520, después de haber sido "tlacatecutli", jefe de armas en la resistencia a los españoles. Otros historiadores opinan que cuando asume el poder, los españoles ya habían sido expulsados de Tenochtitlan, Ciudad devastada por el hambre, la viruela y la sed; Cuauhtémoc quiso reorganizar a las fuerzas mexicas, reconstruir la Ciudad y levantar fortificaciones para la guerra contra los españoles. Para ganarse aliados, disminuyó y eliminó contribuciones a las tribus vecinas. Los españoles regresaron un año después con un ejército de miles de indígenas, la mayoría de ellos tlaxcaltecas.
Después del sitio de Tenochtitlán que duró 90, días, el 13 de agosto de 1521 los españoles lo capturan en Tlaltelolco. Pide ser llevado ante Cortés y al estar frente a él le dice: "ya he hecho lo que tenía que hacer, y puesto que he fallado en la defensa de mi pueblo, mátame tu con ese puñal que llevas al cinto". Así lo describe el propio Cortés en sus Cartas de Relación a Carlos I.
Sufrió con estoicismo el tormento, sin dar información alguna, soportando heroicamente el dolor, y al ver que su compañero se quejaba pretende calmarlo diciéndole: "Acaso estoy yo en un baño de deleite", frase que años más tarde fue distorsionada de la siguiente manera: "Acaso yo estoy en un lecho de rosas".
El 26 de septiembre de 1949, la arqueóloga doña Eulalia Guzmán declaró haber descubierto los restos de Cuauhtémoc, los cuales se hallaban, dijo, bajo el piso de la Iglesia de Ixcateopan, en el Estado de Guerrero, descubrimiento que causó revuelo y polémica entre académicos, historiadores, arqueólogos e investigadores. Por este acontecimiento, el pueblo se llama desde 1950 Ixcateopan de Cuauhtémoc, Gro.
Cuauhtémoc debe ser uno de los personajes más respetados y admirados por los mexicanos como héroe nacional. "Oh Cuauhtémoc, esperanza de mi Patria, impetuoso y claro río de la historia!". Su vida y su acción trascienden los límites de la realidad para incursionar en el campo de la leyenda, de lo mítico, de lo fabuloso. Fue guerrero audaz y valiente; emperador a los 18 años; resistió un sitio de noventa días sin agua, sin comida, sin medicamentos, en defensa de Tenochtitlan; soportó con estoicismo el dolor que produce el tormento. Por estos datos y otros, merece se reconozca su heroicidad y se le rinda el homenaje correspondiente. En mi Ciudad sólo tenemos una calle en la Colonia Santa Rosa, y una escuela primaria en la Colonia Flores Magón o Sacramento que llevan su nombre, pero merece más. A reserva de hacerlo de manera formal, solicito respetuosamente a la señora Presidenta Municipal y al H. Cabildo, consideren la propuesta de erigir una estatua de este héroe mítico en Gómez Palacio.
En este Enfoque insertamos dos versos esenciales del Poema "Canto a Cuauhtémoc" de José López Bermúdez, declamado excelentemente por Gonzalo Soto:
¡Ya todos se someten; sólo hay uno que no duerme;
Queda un rey, Cuauhtémoc; míralo Capitán (a Cortés),
Junto al tambor salvaje, oyendo los latidos de su pueblo!
¡Creces, señor, y junto a ti tu pueblo crece,
Tu pecho es un muro de la Ciudad antigua;
Camina contigo una nueva pirámide,
Y contigo, padre, otra vez camina el pueblo!
