A pesar de sufrir una fuerte sacudida en sus cimientos, la Liga Mexicana de Beisbol iniciará su temporada número noventa y dos. El próximo día 24 de febrero se determinará el calendario a un mes y una semana de iniciar la competencia. A menos de que ese día en la junta extraordinaria que celebrará la familia disfuncional del beisbol mexicano meta reversa el club Tigres a su decisión de abandonar la Liga, la temporada arrancará con quince equipos, aunque también se habla que de no encontrar comprador la propia Liga se haría cargo de la franquicia (como si ya no tuviera suficientes problemas y además el baro no sobra) sólo que tendría que participar con otro nombre y logo o emblema, ya que el nombrado ejecutivo del año apenas en el 2015, el ingeniero Carlos Peralta Quintero vende al 12 veces ganador de la Liga, pero sin el mote ni el logo.
Según la gente de Tigres pidieron su baja debido al asunto de la liberalización de peloteros méxico-norteamericanos que no son otra cosa que ciudadanos mexicanos con doble nacionalidad, que al limitarles su contratación para trabajar en la Liga Mexicana se caería en un acto de discriminación penado por la Constitución Mexicana, así de simple. Entre bambalinas nadie les cree ese motivo, a diferencia de los Diablos Rojos que incluso están concluyendo la construcción de su nuevo estadio (se espera que para mayo lo inauguren) y el señor Alfredo Harp Elú ha demostrado con hechos su amor por su equipo, los Tigres se han ido diluyendo del gusto de su afición mudándose en dos ocasiones y condicionando su supervivencia al apoyo del gobernador en turno, ya sea de Puebla o de Quintana Roo.
Con la salida de Roberto Borge de la gubernatura de Quintana Roo se acabó el apoyo millonario al club bengalí, el nuevo gobernador Carlos Joaquín González canceló las donaciones. El ingeniero Peralta Quintero propietario del equipo simplemente aprovechó la recta para encontrar una salida digna. En el 2009 Peralta ya había hecho público su hartazgo y anunció que su equipo estaba a la venta. "El beisbol nunca ha sido un negocio para nadie en México", declaró, a pesar de que al principio de la década del 2000 Peralta Quintero aparecía en la lista de los hombres más ricos del mundo con una fortuna de 1,300 millones de dólares se rehusó a tomar a su equipo como un hobby (como lo hace Harp Elú) y ya no quiso invertirle, llegó el acuerdo con un sátrapa como Borge (igual el dinero no era ni de Peralta ni de Borge, si no de los quintanarroenses) y así, "sí baila mija con el señor". En el sexenio de Borge los Tigres ganaron tres campeonatos y calificó a los playoffs en todas las temporadas.
Rafael Rosell
