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Un problema común y doloroso

El peligro latente de las infecciones urinarias

Un problema común y doloroso

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CRISTINA GARZA

Todo puede comenzar con pequeñas molestias en el vientre bajo, algo así como una opresión. Después de un tiempo, si no se acude al médico, el problema avanzará provocando dolores y en el peor de los casos afectaciones a otros órganos relacionados.

Las infecciones urinarias son un padecimiento hasta cierto punto común pero que se presenta con mayor frecuencia en la población femenina.

Las vías urinarias son un sistema de vital importancia para nuestra existencia, ya que éste se encarga de la eliminación de ciertas toxinas después del metabolismo y por medio de la formación de orina.

Más allá de sus funciones, el sistema urinario está en peligro constante de infectarse por los microorganismos y bacterias que ascienden a él de forma directa.

Hasta el 2013, las infecciones de vías urinarias representaban la tercera causa de enfermedad a nivel nacional, en la población que abarca de los 24 a los 44 años.

Ante estos datos la doctora Alicia San Juan Rivera, especialista en urología ginecología, nos explicó como funcionan estas estructuras y qué debemos de hacer para evitar a toda costa ser parte de la estadística.

Cuando es leve

Los gérmenes ya han entrado al sistema y comienzan a multiplicarse hasta localizar la vejiga, su primera parada. Si la infección no es tratada, las bacterias pueden llegar a trasladarse hasta los riñones.

De acuerdo a la doctora Alicia San Juan, las infecciones más comunes son precisamente las de las vías urinarias bajas, y en estos casos se le denomina cistitis y uretritis.

La cistitis es la inflamación por infección de la vejiga y la uretritis se define como la inflamación por infección pero en la uretra.

Ambas son ocasionadas en un 70 a 95 por ciento por la bacteria Escerichia coli, y de un 10 a un 15 por ciento por la presencia de el Straphylococcus saprophyticus; también intervienen otro tipo de bacterias.

Los síntomas detectables son orina turbia, con olor fuerte o inclusive con sangre; baja temperatura corporal, dependiendo del paciente; dolor o ardor al orinar; presión en la parte baja o en la espalda; y necesidad constante de orinar.

El siguiente nivel

Las infecciones no tratadas solo pueden producir dos resultados, resistencia microbiana; en la mejor de los situaciones y cuando se ha tomado un medicamento no prescrito para aliviar la molestia. O cuando las bacterias suben hasta el riñón, provocando así una infección severa.

En estos casos el riñón se ve comprometido y su inflamación se conoce como pielonefritis.

Hay diversos factores que favorecen su surgimiento como la mala higiene, malos hábitos miccionales, bajo consumo de agua y enfermedades o alteraciones del estado inmunológico que puedan disminuir las defensas.

¿Un padecimiento femenino?

Si bien las infecciones de vías urinarias pueden atacar a hombres y mujeres, el segundo grupo es el que está más propenso a contraerlas.

Las mujeres tienen una anatomia totalmente diferente a la de los hombres, para empezar la uretra (el orificio que lleva la vejiga al exterior) es mucho más corta. La de la mujer mide máximo 4 cm y mínimo 2.5 cm, mientras que la del hombre puede alcanzar los 8 cm.

“Estas condiciones anatómicas hacen que la contaminación por bacterias sea todavía más fácil; aparte de la cercanía que hay con el recto, que puede ser una vía de contaminación”, explica San Juan.

En un hombre las infecciones se pueden manifestar con los mismos síntomas que en la mujer, sin embargo la frecuencia es mucho menor.

No dejes que avance

La primera indicación es acudir al médico de inmediato y tomar mucha agua natural. La automedicación en las infecciones de vías urinarias, como ya se había mencionado con anterioridad, provoca resistencia bacteriana con facilidad. “Les das pequeñas dosis de antibiótico a la bacteria y ésta lo empieza a asimilar hasta que encuentra la forma de evadirlo y que ya no les afecte(…) también favorece las infecciones recurrentes, es decir, que en una o dos semanas se infecte de nuevo”, comenta la doctora San Juan.

En la mujer resulta crucial que se atienda con un especialista debido a que en muchas ocasiones se confunde con una infección vaginal. “Por la cercanía y porque en ocasiones pueden ser infecciones combinadas, se pueden confundir”, señala la especialista.

Los tratamientos para ambos padecimientos son antibióticos pero en distintas presentaciones, así que cada uno requiere su adecuado diagnóstico.

¿Cómo saber?

Una infección de vías urinarias se diagnostica mediante el interrogatorio de los síntomas. También se utiliza la revisión física con la inspección de la orina para percibir olores y color.

En la inspección física se observa si hay dolor a la palpación, irritación alrededor de la uretra o bien en el sitio del riñón, mejor conocido como flancos.

Los exámenes de laboratorio también son una herramienta para llegar al diagnóstico final.

No te confundas

Otra de las importancias de acudir al médico es que muchos de los síntomas en la mujer pueden confundirse y ser otro tipo de enfermedades. Por ejemplo, en mujeres de más de 50 años que ya pasaron por la menopausia, hay ciertos síntomas irritativos urinarios que no tienen relación con una infección. Son cuestiones relacionadas con la menopausia, omo es la atrofia vaginal y la vejiga hiperactiva, que ocasiona sintomatología muy similar a las infecciones.

De hábitos miccionales

La vejiga es un órgano “complaciente”, así lo describe la doctora Alicia San Juan, quien nos aclara el mito de si retener las ganas de orinar puede llegar a ser un factor para las infecciones urinarias.

“Sí, las infecciones son uno de los efectos colaterales”, dice la especialista. Una vejiga normal manifiesta su deseo de vaciado cuando se tienen aproximadamente 200 ml., pero al ser un órgano adaptable, es posible que resista hasta más de 500 ml.

El problema llega cuando la vejiga se fatiga y ya no puede vaciar totalmente su contenido, provocando que la orina residual de pie a la aparición de infecciones.

Un sistema sano

Por ahí dicen que la prevención es una de las mejores medicinas, así que no arriesgues tu sistema urinario y sigue las siguientes directrices para evitar una incómoda infección.

-Ten una buena higiene

- Procura buenos hábitos miccionales

-Consume agua natural

-Disminuye el consumo de alimentos o líquidos con colorantes

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