Se vive ambiente de 'Triple A' en el TSM

Limpio y atractivo partido se vivió anoche desde el terreno de juego y desde la tribuna, empate salomónico entre Santos y Cruz Azul que no dieron lugar a reclamaciones en cuanto a voluntad, pero faltó ese toque de calidad que suele hacer la diferencia.

Espectacular ambiente se pudo respirar en la explanada del estadio Corona, donde desembarcaban autobuses repletos de camisetas albiverdes, pero igualmente había camiones celestes llenos de jóvenes laguneros y foráneos, quizá ellos nunca han visto a su equipo ser campeón de liga, pero de ninguna manera es motivo para dejar de lado su apoyo por los azules. La peregrinación de los aficionados hacia sus butacas fue más lenta que de costumbre, era un partido de los llamados Triple A y los laguneros así lo reflejaron.

Diez minutos antes de iniciar el encuentro, niños laguneros realizaron un acto simbólico que derrumbó las fronteras del norte del país, bajo el lema Más Guerreros, Más Unidos, Más México, se colocó una especie de mapa en el círculo central, para después colocar un muro entre los dos países con bloques grises. Grande fue la sorpresa de los aficionados, que al abrir los bloques, comenzaron a volar globos en colores verde, blanco y rojo, lo que ocasionó los aplausos del respetable, que contrario a otras ocasiones, ya para esa hora estaba bien plantada en su lugar.

Entretenido resultó el primer tiempo, con emociones en ambos marcos y Santos marcando primero de penal, pero prácticamente enseguida cayó el empate visitante y el grito de la grada fue igualmente potente. Grandes manchas azules se podían observar sobre las verdes gradas del Corona, el rival tiene su afición y lo demostró al caer la segunda anotación, otra vez la algarabía fue tan grande en decibeles, como si hubiese sido gol del dueño de casa.

Pero dicen que "el que a hierro mata, a hierro muere" y ahora al que poco le duró el gusto de verse en ventaja fue al Cruz Azul, pues del botín derecho de Djaniny partió el balón que movió la red de Jesús Corona por segunda ocasión en el encuentro. "Ay, ay, ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegran Cielito Lindo los corazones", cantó el estadio a una sola voz cuando se cumplió un cuarto de hora en el segundo tiempo, con los aficionados sonrientes al tiempo que entonaban una de las canciones más representativas del folclore mexicano.

Tenso se tornó el encuentro conforme transcurrían los minutos, sabiendo los aficionados que un ligero descuido de parte de cualquiera de los equipos, les podría costar demasiado caro. En el campo, los jugadores seguían con esfuerzo al máximo, mientras en la tribuna nadie se despegaba de su asiento, estaba latente la opción de una emoción de último segundo que le pusiera el colofón a un partido bien disputado con dos equipos dispuestos a dejar hasta la última gota de sudor.

Pero a pesar de que los Guerreros tocaron la puerta, esa emoción final simplemente no llegó, la Máquina no la "cruzazuleó" y se llevaron un punto bien ganado de la cancha del Corona. Los aficionados despidieron con aplausos a los protagonistas del encuentro, reconociendo el esfuerzo realizado sobre la cancha y los deseos de llevarse la victoria, de esos pocos empates que dejan buen sabor de boca en el espectador.