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Acción por los ríos

Yo, río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

Cada 14 de marzo, miles de personas en todo el mundo elevan su voz para celebrar a los ríos y a quienes los protegen. Por desgracia, el Sambingo es el primer río en América que desaparece por completo en 2017. El 22 de enero, se reportó el cauce seco del otrora caudaloso afluente del Cauca y tributario del mítico Patía, en zonas apartadas de los municipios de Mercaderes, Bolívar y Almaguer, al occidente del departamento de Cauca, en Colombia. Desapareció a causa del impacto combinado del fenómeno El Niño y la minería. Cinco retroexcavadoras y una clasificadora se encontraron junto a cientos de trabajadores de la minería de oro cavando enormes grietas a lo largo del árido lecho cuya riqueza fluvial era tan abundante que en 2014 protagonizó una tragedia invernal tras una avalancha que mató a cinco personas y desapareció a ocho. Antes de desembocar al océano, el Sambingo, parte esencial de la cuenca hidrológica más importante del Pacífico caucano, recorría casi 150 kilómetros de montañas, cañones y bosque tropical. Ahora, su desaparición es seguida por la de varias especies de flora y fauna.

Con imágenes similares, cumple 71 años seco el lecho del río Nazas, en el centro norte de México, sometido por el sistema de presas de La Laguna, que dejó de aportar agua a cavidades subterráneas de la cuenca media y baja desde 1946. Hasta 1968, el acuífero principal había dejado de recibir cada año, por efecto de la presa Lázaro Cárdenas, 126 millones 75 mil metros cúbicos de agua para su recarga, según cuantificó el doctor en Ciencias Carlos Cháirez Araiza en "El Impacto de la regulación de los ríos en la recarga de los acuíferos. El caso del acuífero principal de la comarca de La Laguna", 2005, investigación pionera en su tipo. Y a partir de 1968, por impacto de la presa Francisco Zarco, entonces inaugurada, el déficit se incrementó a 475 millones 65 mil metros cúbicos cada año, hasta la actualidad. El impacto de tal déficit de agua fue implacable: desaparecieron las enormes lagunas de Mayrán, Viesca y Tlahualilo, se extinguieron los manantiales naturales de Viesca, murieron las extensas arboledas que se esparcían en la orilla del río, desaparecieron los microclimas por el revestimiento de canales y la eliminación de árboles que crecían en las acequias, y se acabaron diversas especies animales que vivían del cauce. Al secarse el suelo aparecieron grietas enormes de profundidad considerable, se abate progresivamente el acuífero y se pierde la calidad de su agua. En resumen: la promisoria Laguna no alcanzó con su sistema de presas la alta calidad de vida prometida, sino que fue convertida, en muy pocos años, en el páramo que es hoy.

La acción mundial en defensa de los ríos nos lleva al 14 de marzo de 1997, cuando personas de 20 países, reunidas en Curitiba, Brasil, representando a comunidades afectadas por represas destructivas, compartieron experiencias sobre pérdidas y amenazas sufridas a causa de tales obras. Encontraron que su lucha era una sola, porque en todos los lugares habían obligado a los pobladores a abandonar sus hogares, sumergido tierras agrícolas fértiles, bosques y lugares sagrados, destruido zonas de pesca y reservas de agua limpia, desaparecido ríos, causado desintegración social y cultural y empobrecido la economía de las comunidades, sin recibir los beneficios prometidos, a diferencia de privilegios alcanzados por terratenientes, corporaciones agroindustriales, acaparadores y especuladores. Acordaron entonces reforzar redes regionales e internacionales para frenar la destrucción y obligar a los acreedores internacionales, agencias de ayuda y crédito multilaterales y bilaterales, constructoras, consultoras, instancias de gobierno y corporaciones involucradas, a respetar la voz de los afectados. Adoptaron así la fecha que en adelante sería el Día internacional de acción contra las represas y por los ríos, el agua y la vida.

Si en 2016, 300 acciones exigieron en el mundo, 74 de México, ríos libres, freno a proyectos de presas y de gestión de agua destructivos y recuperación de cuencas hídricas, para el 14 de marzo de 2017 la convocatoria está abierta.

En la sabiduría de Vimal Bhai, activista por los ríos en Uttarackhand, estado de India, un río debe fluir libremente y sin temor, debe tener la libertad de elegir su camino natural y su forma; al igual que todos tenemos derecho a vivir, cada río también tiene derecho a vivir su vida, para toda la vida.

@kardenche

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