El fascinante mundo del baloncesto, se encuentra ya casi a mitad de temporada y con el placer de que nuevamente en nuestro país (a ver si no se enoja Trump), se vivieron dos partidos de manera oficial mientras que por el momento las dos escuadras que pelearon por el título el año pasado como son Cleveland y Golden State, se encuentran siendo los que mandan en ambas conferencias.
El partido que parte en dos la campaña del deporte ráfaga, marca un espectáculo incomparable antes de que se encuentre la crema y nata del baloncesto que será el próximo 19 de febrero en Nueva Orleáns como es, la fiesta de las clavadas entre los monstruos de este deporte que ofrecen una demostración que el ser humano es casi imposible que se llegue a imaginar pensando que las leyes de la gravedad, se las pasan por el arco del triunfo tal como sucedió el año anterior con el guardia de Minnesota Zach LaVine que el pasado viernes, aterrizó mal en Detroit cortándose el ligamento cruzado en su rodilla izquierda quedando, por si algo le faltaba a los Lobos para que de una vez fueran a darse una barrida con los brujos de Catecamaco, que su ancla con toda probabilidad, ya se pierda la temporada.
Pero no es la lesión de su escolta lo que los fans de Minnesota podían dejar de pensar lo peor la de que por sí misma la que puso a tantos de ellos en la repisa, sino más bien es la mala fortuna del ex-jugador de la Universidad de California en Los Ángeles por una serie de reveses por una franquicia que actualmente, son los dueños de la mayor sequía de la NBA entre las apariciones en los playoffs lo que esto hará que sean 13 temporadas desde que Minnesota llegó a la postemporada y como resultado de la desgracia que algunos lugareños han llegado a llamar una "maldición".
Y después de que Gregg Popvich que se encuentra en su temporada 21 con San Antonio así como Rick Carlisle con nueve campañas con Dallas y Erik Spoelstra lo mismo con Miami siendo los entrenadores más largos de la liga con un amplio margen, había una razón para estos últimos que se encontraran en la cuerda floja debido a que los Mavericks iniciaron perdiendo 20 de sus primeros 26 partidos pero ahora han mejorado con un 14-10 estando 9-3 desde el 12 de enero mientras que El Calor, ha pasado de 11-30 a un considerable 22-30 pensando tal vez que la salida de Dwyane Wade a los Toros, fue la causa de sus desgracias.
Una razón es que tanto Carlisle como Spoelstra, trabajan para organizaciones fuertes y estables y la otra es que ambos son buenos entrenadores, algo que ha estado en exhibición durante las últimas semanas de hecho Dallas tiene una ofensiva que ocupa el cuarto lugar en la liga recientemente mientras que el conjunto de la Florida, se coloca con la mejor defensa de la NBA a lo largo de su racha ganadora pero ambas organizaciones han tenido una legión de lesiones como han sido Dorian Finney-Smith de los Mavericks y Rodney McGruder de Miami.
Tal vez esos tipos serán más familiares para los aficionados casuales si los Mavericks y El Calor, acceden a los playoffs ya que los dos equipos están a sólo dos juegos del octavo lugar en sus respectivas conferencias con más de 30 partidos por recorrer.
