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Agendas para medio ambiente en la Comarca Lagunera de Durango (II)

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Hace algunos años tuvimos la oportunidad de estudiar la factibilidad de declarar Corredor de Biodiversidad el tramo del Río Bravo que se encuentra entre las áreas naturales protegidas de Maderas del Carmen y el Cañón de Santa Elena. Visitamos muchos ejidos, nos entrevistamos con sus asambleas y sus líderes, y con otras personas clave de la zona en el municipio de Ocampo, Coahuila. En todos los casos la duda más expresada era sobre la propiedad de sus terrenos y la pérdida de libertad a la hora de decidir qué hacer en los mismos. Habían llegado ya los cuervos mensajeros de siempre con su rumor venenoso para impedir la declaración de áreas protegidas.

Nada más alejado de la realidad, pero constituye el primer reto que se tiene que enfrentar a través de la entrevista permanente con los dueños de los terrenos y dejando que decidan libremente pertenecer o no a un proyecto de protección y conservación de la biodiversidad.

La Agenda de Conservacio→ n y Aprovechamiento del Patrimonio Natural para el estado de Durango, en particular para la Comarca Lagunera, debe contemplar la consulta permanente de todos los interesados en la conservación, sea que se trate de nuevas áreas naturales protegidas o de las ya declaradas. En el primer caso, el pendiente más importante es El Cañón de las Canoas, área que incluye los municipios de Lerdo, Gómez Palacio y Mapimí, que ya cuenta con el estudio técnico justificativo y que puede ser declarada Área Natural Protegida Estatal.

El Cañón de Fernández fue declarado Parque Estatal en 2004 por el Congreso del Estado, la iniciativa fue de un grupo de ciudadanos laguneros que cabildearon para que se realizara el Estudio Técnico Justificativo, llevaron a cabo la consulta con los dueños de los predios para conseguir su anuencia y elaboraron el Plan de Manejo. Con estos documentos, el 25 de abril de 2004 se decreto área natural protegida, con el carácter de parque estatal la región denominada Cañón de Fernández, ubicada en el Municipio de Lerdo, con una superficie de 17,001 hectáreas. Para quienes habíamos esperado esta decisión, fue un momento de júbilo y regocijo. Pero las cosas no terminaban con el decreto, ahora tenía que operarse el Plan de Manejo y para ello se requerían recursos económicos y humanos. Sabíamos qué hacer, pero no teníamos con que hacerlo, los recursos económicos provenientes del estado fueron magros y muy irregulares. Por eso ahora que se difunde y consulta un nuevo Plan de Manejo, debe quedar claro que la iniciativa debe ir aparejada con un apoyo real de recursos suficientes, de otra manera, se convertirá en un área protegida de papel, que no garantizará la protección y conservación de la biodiversidad del parque ni impedirá que las amenazas de siempre, como el cambio de uso de suelo, asienten sus reales en el área natural protegida.

Un componente importante de la Agenda de Conservacio→ n y Aprovechamiento del Patrimonio Natural, es la restauración de aquellas zonas que se encuentran en un alto grado de deterioro y degradación. Desde hace tiempo, en un estudio realizado por Biodesert A. C. y la Facultad de Agricultura y Zootecnia de la UJED, se declaró al tramo ripario de los Puentes Cuates a Raymundo como zona de restauración. El principal objetivo de restaurar los ecosistemas del río Nazas es la recuperación de la integridad ecológica y con ella el regreso de los servicios ambientales como la disponibilidad de agua, la mitigación de las corrientes, agua para usos doméstico, irrigación, industrial, producción de alimentos, evitar inundaciones, mitigar sequías, provisión de hábitat, belleza escénica, conservación de biodiversidad y purificación del agua, esto último actualmente crucial para nuestra Comarca.

Los ríos sanos son filtros que protegen y mejoran la calidad del agua, la vegetación y bosque de galería con árboles, arbustos y herbáceas, limpian el agua de compuestos nitrogenados y fosforados, así como de metales pesados o elementos traza. El álamo es capaz de acumular cadmio y zinc, y el zacate chino acumula además de cadmio, arsénico y plomo.

¿Por qué no pensar diferente? ¿Por qué no permitir a la naturaleza del río que desempeñe su función? Muchísimos ejemplos en el mundo entero han demostrado que no siempre el cemento, los tubos y/o las costosas tecnologías, constituyen la mejor o única posibilidad de mejoramiento.

Si se restauran los ecosistemas del Río Nazas y de su cuenca, obtendremos agua de excelente calidad tanto superficial como subterránea. Esta es una alternativa que no debe soslayarse en estos momentos en los que se construyen las agendas de medio ambiente.

Finalmente, para completar las propuestas de la Agenda de Conservacio→ n y Aprovechamiento del Patrimonio Natural, es fundamental la promoción y aplicación de un manejo sostenible a los ecosistemas dentro y fuera de las áreas naturales protegidas, en este sentido cobran importancia las Unidades de Manejo Ambiental (UMA), el manejo forestal sustentable no maderable en la zona del semedesierto y el establecimiento de corredores biológicos. Entre estos últimos, quizá una posibilidad es la exploración de un corredor que una a nuestros ríos Nazas y Aguanaval.

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