Diferente. La diplomacia tradicional cambió mucho, las conversaciones por teléfono son cada vez más frecuentes.
Las conversaciones entre presidentes están fuera de algún protocolo o norma que las regule, por lo que queda a consideración de cada involucrado grabar, reproducir o publicar los alcances de dicha charla, advirtieron expertos en diplomacia.
El ejemplo más conocido en México fue la plática que reveló Fidel Castro con su par Vicente Fox en marzo de 2002, en la que el mexicano le pedía al isleño asistir a una cumbre internacional, comer y regresar a Cuba.
"La diplomacia tradicional cambió mucho, las conversaciones por teléfono son cada vez más frecuentes, se recuerda como primer experiencia las llamada que hizo la Casa Blanca en la crisis de los misiles.
"No hay protocolos propiamente para conversaciones entre jefes de Estado. Recuerden el 'Comes y te vas', fue una conversación que luego reveló el Gobierno cubano, en ese sentido no hay restricción", indicó Porfirio Muñoz Ledo.
Para Jimena Esquivel, profesora de Práctica Diplomática y Consular de la Universidad Iberoamericana, es necesario modificar la Convención de Viena que regula la diplomacia entre países, pues es un documento parco e insuficiente.
La llamada entre el presidente Enrique Peña Nieto y su colega estadounidense Donald Trump, de la cual se han filtrado versiones sobre la supuesta amenaza del envío de tropas de Estados Unidos a México, generó polémica y exigencias para que sea difundida.
"El quehacer diplomático está basado en la costumbre y no en reglas escritas. Lo que sí está prohibido es el espionaje en el quehacer diplomático, aunque sabemos que sí hay ese espionaje.
"Los diplomáticos de carrera sí guardan discrecionalidad en lo que se negocia o conversan, pero la diplomacia de alto nivel, como es la de los jefes de Estado está expuesta a los reflectores y decisiones políticas", apuntó Esquivel.
Para la académica, la diplomacia que revela todo aquello que se habla con confidencialidad es muy peligrosa, porque puede generar problemas entre naciones.
Consideró que la llamada entre Peña y Trump sí debe darse a conocer, ante el bajo nivel de credibilidad que tiene el Gobierno mexicano.
El especialista Alejandro González señaló que las conversaciones entre mandatarios de distintos países, por protocolo y por razones diplomáticas, tienen el carácter de confidenciales y sólo en casos excepcionales pueden hacerse públicas.
El integrante de la sociedad civil del Comité Directivo de la Alianza para el Gobierno Abierto dijo que en el caso de la llamada sostenida entre Peña y Trump aplica este criterio de excepcionalidad.
"Cuando hay una razón de interés público, que pude ser claramente este caso, y no existe de entrada información que comprometa algún otro supuesto de la reserva, no habría ninguna limitante que se hiciera pública", dijo.
