Los nobel reunidos en la capital colombiana coincidieron en señalar que el año 2030 es la fecha límite para que las acciones globales de lucha contra el cambio climático 'hayan evolucionado'. (EFE)
Los participantes en la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz advirtieron hoy en Bogotá sobre la importancia de consolidar la "cultura de la paz" para evitar que la vida en el mundo se vea en peligro por la capacidad destructiva militar y ecológica de las grandes potencias mundiales.
"Si los jóvenes no actúan ya, no habrá nada que se pueda hacer; solo les falta voluntad pero deben generarla ahora", recalcó Ira Helfand, director de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, organización ganadora del Nobel en 1985.
Los nobel reunidos en la capital colombiana coincidieron en señalar ante los centenares de personas que llenaron cada uno de los coloquios de hoy que el año 2030 es la fecha límite para que las acciones globales de lucha contra el cambio climático "hayan evolucionado" suficiente como para revertir las fatales consecuencias que este tendrá para el planeta.
"Se debe invertir en la innovación de estas políticas para garantizar una mejor salud y la reducción en el consumo de energía.
También para crear más empleos, beneficiar la economía y reducir la posibilidad de sufrir desastres naturales", alertó el economista surcoreano Hoesung Lee, representante del Panel Internacional para el Cambio Climático, entidad galardonada en 2007.
Por su parte, Macharia Kamau, representante de Kenia ante las Naciones Unidas, -organismo supranacional laureado en 2001-, aseguró que para lograr la paz los Estados deben aumentar su inversión en diplomacia, pues sostenerla "es un desafío para construir la igualdad y dejar atrás las diferencias".
Otro de los elementos "constructores de paz" que mencionaron los nobel fue la educación de las nuevas generaciones, que a su juicio, debe basarse en el espíritu crítico.
"Es importante que los jóvenes desarrollen una actitud crítica hacia la sociedad para generar una mentalidad de tolerancia y cultura basada en el diálogo y la inclusión social", aseguró la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Entre las soluciones que plantearon los laureados destacó el concepto de "cultura de la paz", basada en buscar las causas de los problemas y en la disposición de negociar para resolver conflictos a través del común acuerdo.
"Hay que hacer énfasis en los valores comunes y elaborar un lenguaje universal basado en las relaciones internacionales y en el derecho internacional humanitario", proclamó el doctor en Ciencias Políticas Marcelo Kohen, profesor del Instituto Internacional de Derecho.
A su vez, el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, aseguró que se está "construyendo paz en todo lado y si no educamos a los niños, estos replicarán la misma ignorancia que nos ha llevado a varios conflictos bélicos alrededor del mundo".
"Los niños tienden a ser más violentos cuando viven en zonas azotadas por el conflicto armado, por lo que estamos obligados a acoger y educar a todos los menores refugiados y víctimas de la barbarie en el mundo", agregó.
Al igual que ayer, los asistentes a la cita también hablaron de cuestiones candentes en la actualidad política.
En este sentido, el expresidente polaco y Premio Nobel de la Paz de 1983, Lech Walesa, señaló la baja implicación de la ciudadanía en sus sistemas democráticos como causa, entre otras, de la victoria del magnate Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
"Hemos entrado a una época nueva pero aplicamos soluciones del pasado, y ese es el drama de hoy en día que observamos tanto en Europa como en Colombia, y que explica también porque ganan los populistas y demagogos", señaló Walesa en una rueda de prensa.
Paralelamente, afirmó que la Iglesia y las religiones "no deben añadir divisiones" y exhortó a los líderes espirituales a estar por encima de las opciones políticas e ideológicas y apoyar "la verdad, la ética y los principios".
Este encuentro reúne en Bogotá a cerca de 30 galardonados con el Nobel de Paz y se celebra menos de dos meses después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibiera en Oslo este galardón por sus "decididos esfuerzos" para acabar con 52 años de conflicto armado del país.
