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Tres pistas

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

El entorno sigue girando en este momento alrededor de lo que diga y haga el señor Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, quien ha puesto sobre sus prioridades ocuparse de la compleja relación existente entre México y Estados Unidos, pero basando las mismas desde la miope perspectiva de un hombre racista e ignorante, a quien nunca le ha importado avasallar o incluso arrebatar para conseguir sus deseos.

Evidentemente los prejuicios con los que vive Trump si bien lo hacen un ser obtuso, también es cierto que es un individuo astuto que supo aprovechar las circunstancias que la vida le dio para acrecentar el capital que recibió como herencia y más aún, para aprovecharse de los medios de comunicación norteamericanos y su preferencia por cierto tipo de contenidos, donde el hoy presidente popularizó su propio personaje que a la postre le serviría primero para asaltar al Partido Republicano para hacerse de la candidatura y luego triunfar en las elecciones constitucionales basadas en un complejo sistema que puede darle el triunfo a un candidato que no haya necesariamente obtenido más votos populares, tal y como fue el caso de esta elección. Hilary Clinton superó a Trump por casi tres millones de votos.

Así las cosas, la economía mexicana dependiente de la estadounidense, se encuentra bajo amenaza por los arrebatos de Trump, que mantiene a todos a la expectativa. Empeora el escenario que además de sus posturas proteccionistas, el presidente norteamericano es un xenófobo, por lo cual ha lanzado amenazas de deportaciones masivas, lo que pone en riesgo el futuro de 5 millones de mexicanos indocumentados que vienen de allá, y añade todavía más incertidumbre al futuro mexicano.

En medio de este nuevo escenario, la vida local continúa, y han empezado ya las precampañas a gobernador de Coahuila. En estas circunstancias ha sido publicada una encuesta por un medio respetable que ubica a Miguel Riquelme Solís de la coalición encabezada por el PRI, con 38 % de las preferencias. El segundo sitio ubica al panista Guillermo Anaya Llamas de la coalición compuesta además de Acción Nacional por Unidad Democrática de Coahuila, el partido Primero Coahuila y Encuentro Social con 36 % de las preferencias. El empresario Armando Guadiana de Morena aparece con 12 %, mientras la perredista y cercana conocida de los Moreira tiene un 6 %, según la encuesta. Javier Guerrero y Luis Horacio Salinas que van de independientes marcan un 5 y 2 % respectivamente. Completa la medición el exalcalde de Torreón, José Ángel Pérez con un 1 %.

Es menester enfatizar que más que nunca las encuestas electorales han perdido la precisión que solían tener en todo el mundo.

El yerro en el Reino Unido de los encuestadores ante el plebiscito sobre el "Brexit"; igualmente el resultado sorpresivo en Colombia sobre el mismo ejercicio para saber si el pueblo aceptaba el acuerdo paz con las FARC luego de décadas de desangrarse entre hermanos. El propio triunfo de Trump no fue previsto por las encuestas, así que hoy cualquier predicción hay que tomarla con reservas.

Aun con esta nueva realidad de las encuestas, la carrera por la sucesión de la gubernatura se anticipa como la más competida de la historia de Coahuila, con todo lo que ello concita. Igualmente habrá elecciones para renovar los diputados locales, los cuales ya cuentan con la posibilidad de reelección, pero en la vida estatal el Congreso ha sido una oficina de validación legislativa del gobernador en turno hasta este entonces.

Lo que está interesante son las minialcaldías de un año (un bodrio legislativo hecho por el gobierno actual para atender la reforma federal del emparejar un proceso local con el calendario federal) y no por quien vaya a resultar ganador, sino por el problema que va a enfrentar.

Hoy Torreón tiene un problema a punto de estallar: el drenaje está al borde del colapso y en muchos lugares están ya desbordándose las alcantarillas. Los olores propios de las aguas negras son comunes y los reclamos le han llegado de viva voz hasta al propio gobernador Rubén Moreira, incluso en actos políticos a modo.

Miguel Mery del PRI, o Jorge Zermeño del PAN (dicen que Marcelo Torres todavía suspira) tendrán que pasar el año arreglando un drenaje que está llegando a su límite. Hay estimaciones que dicen que la reparación del mismo ronda cerca de los 400 millones de pesos, algo así como el presupuesto total de obras anual de Torreón.

El circo es ahora de tres pistas: Trump, sus dislates y la capacidad (que genera muchas dudas por obvias razones) del gobierno de Peña para sobrellevarlos y salvar el colapso económico; la carrera cerrada por la gubernatura entre dos laguneros y ver quién evitará que Torreón se llene de caca, porque lo último de no atenderse, será inevitable.

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