La convocatoria de seis diversas organizaciones cívicas, a participar en una marcha a realizarse el próximo domingo en Torreón en contra de la corrupción y de la impunidad, marca una nueva etapa en la dinámica de la participación ciudadana en la Comarca Lagunera de Coahuila, que en los últimos once años se ha visto reprimida y silenciada por un régimen autoritario, cuyo fin es deseado por un gran número de coahuilenses.
De acuerdo al llamado que hacen los promotores de la manifestación, se trata de lo que denominan una Megamarcha que partirá a las diez treinta de la mañana de la Plaza de Armas con rumbo a la Plaza Mayor, en la que se encuentra el edificio de la Presidencia Municipal.
El día de la marcha corresponde a la celebración de los ciento sesenta años de promulgada la Constitución de 1857 y del primer centenario de la Constitución de 1917. La coincidencia es emblemática porque siendo la Constitución General de la República la base del Estado de Derecho en México, la demanda de combate a la impunidad entraña un reclamo de aplicación del orden jurídico para hacer frente a la violación sistemática del principio de legalidad contenido en la Constitución, ya que en nuestro país más del noventa por ciento de los delitos permanece sin castigo.
Como parte de su estrategia de reclamo, las organizaciones ciudadanas convocantes han dirigido una carta al presidente Enrique Peña nieto en la que exigen que se haga "una investigación seria" que aclare el destino de los recursos obtenidos con motivo de la deuda pública contraída de manera ilegal por la administración de Humberto Moreira, que su hermano consanguíneo el actual gobernador Rubén del mismo apellido se ha encargado de solapar mediante una serie de negociaciones con los bancos acreedores, realizadas con el apoyo de los diputados locales del PRI en el marco de una completa opacidad.
En la carta en cuestión las asociaciones Participación Ciudadana 29, Renacer Lagunero, Laguna yo te quiero, Vecinos en Acción, Moreleando e Ipac, critican con razón el hecho de que en el pasado no se haya realizado una investigación a fondo al respecto y que en cambio, las autoridades hayan tendido sobre el caso un manto de impunidad.
Esta actitud omisa hace suponer a muchos coahuilenses que los recursos obtenidos con la megadeuda hayan sido desviados para financiar campañas electorales que hicieron posible el triunfo de candidatos priístas, tanto a las gubernaturas de diversos estados que al igual que Coahuila hoy están en quiebra moral y económica como Nuevo León, Chuihuahua y Veracruz, así como de la campaña que llevó a Los Pinos al mismo presidente Peña Nieto.
No es raro que el reclamo se mantenga y vaya creciendo con el tiempo, porque en los últimos cinco años los coahuilenses hemos pagado más de veinte mil millones de pesos de puros intereses, de lo cual resulta que hoy día el saldo deudor de capital rebasa los cuarenta mil millones de pesos, lo que indica que ni siquiera hemos llegado a pagar el costo del servicio de la deuda.
Los coahuilenses no podemos pasar la página en este tema, porque el peso de la deuda sobre nuestras espaldas es nota periodística de todos los días. Como botón de muestra basta repasar en los diarios de la semana pasada las noticias que se refieren a diversos hospitales del sistema de salud del Estado con sede en Torreón, San Pedro y Francisco I. Madero, que carecen de los insumos más elementales para atender a la población, lo que llevó al propio Rubén Moreira a reconocer literalmente, que el sistema de salud de Coahuila se encuentra "colapsado".
Los ciudadanos de Torreón que convocan a la marcha han decidido poner el cascabel al gato, porque saben que la situación es insostenible. Al igual que el resto de los coahuilenses de todos los rincones de la entidad, están conscientes de que el futuro de nuestros hijos y nietos está hipotecado, y que el principio de cualquiera forma de regeneración de nuestra vida pública social e institucional que se intente, debe partir de un acto de justicia que castigue a los responsables del colapso.
