Ryan Grigson quedó fuera luego de cinco años. (Archivo)
Ryan Grigson gastó decenas de millones de dólares en la agencia libre, en un intento por convertir a los Colts de Indianápolis en un contendiente al título de la NFL.
La mayoría de esas fuertes inversiones fracasó, y el que pagó el precio fue Grigson, quien fungía como gerente general por primera vez en su vida.
Ayer, el dueño de los Colts, Jim Irsay, despidió a Grigson luego de cinco años de altibajos que culminaron cuando Indianápolis no avanzó a los playoffs en temporadas consecutivas por primera vez desde 1997-98.
"Fue una decisión difícil, considerada cuidadosamente y al final es la decisión correcta para los Colts", sostuvo Irsay.