Los Tigres de la UANL derrotaron 4-2 al América, en un encuentro en el que evidenciaron las debilidades defensivas de las Águilas. (EFE)
Los Tigres de la UANL derrotaron 4-2 al América, en un encuentro en el que evidenciaron las debilidades defensivas de las Águilas, durante gran parte del partido jugado en el “Volcán” Universitario, como parte de la jornada 3 del Clausura 2017.
En el arranque del partido, una gran jugada de pared elevada devuelta por André-Pierre Gignac, le dio la ventaja para rematar de manera franca a Ismael Sosa, quien marcó un potente disparo raso, ante la impotencia del arquero Agustín Marchesín, apenas al minuto 1.
Una recepción dirigida con media vuelta incluida, por parte del mismo Ismael Sosa, terminó en un remate directo al poste derecho del portero azulcrema al minuto 22.
Cuando las Águilas no encontraban forma de responder con su juego, Oribe Peralta recibió el balón cerca del área y logró superar en velocidad a los defensores felinos para después puntear el balón ante la salida de Nahuel Guzmán y marcar el empate parcial.
Fue con un balón parado, al minuto 35, que Lucas Zelarayán pudo reflejar de mejor forma el dominio felino al anotar con un potente y colocado disparo angulado, en una zona muy cercana a la esquina derecha de las Águilas.
Sin embargo, la superioridad de los Tigres no fue reflejada a plenitud y no consiguieron más que ventaja de un gol en el primer tiempo, para irse 2-1 al descanso.
Para el segundo tiempo el América salió con mejor dinámica y consiguió el empate de forma pronta, en un cobro de tiro de esquina; entre dos compañeros logró rematar de cabeza Bruno Valdéz, dejando de lado la superioridad felina del primer tiempo con el registro del empate en la pizarra al 48.
Tiempo después, al minuto 54, tras una serie de testarazos en el área del América, y una chilena fallida de Gignac, Lucas Zelarayán se incorporó desde atrás para realizar un gran disparo que rebotó en el travesaño para después marcar la ventaja de los locales y colocar el 3-2.
El dominio de Tigres llegó a disminuir, pero las aproximaciones de América no fueron peligrosas y durante gran parte de la segunda mitad no existió mayor complicación en las áreas.
Rumbo al final, en un ataque felino, el balón llegó a pies de Sosa en los límites del área, quien con una finta eliminó al defensor y quedó en gran ventaja contra el arquero Águila, que fue derrotado con un elevado toque sutil al minuto 87.
El América no pudo reaccionar ya, y fue así que Tigres volvió a repetir la dosis a las Águilas al derrotarlas en nueva versión de la que fuera la última final del fútbol mexicano.
