Contra el presidente o contra la presidencia
Cada vez hay más convencidos de que el sistema político presidencialista mexicano llegó a su fin. Ya se probó la alternancia y rindió similares resultados que los que rinde el partido dominante por más de 70 años. Este último sexenio será con seguridad la culminación de un modelo que salió de la “ familia revolucionaria”, hoy sólo muestra podredumbre en todos lados. Está ante los ojos de todos la ineficiencia de este modelo en donde todos los primeros responsables sólo aplicaban el “dejar hacer y dejar pasar”.
Una burocracia indolente, cínica e insaciable es lo único que ha producido este sistema, últimamente asociado con el crimen organizado y eludiendo responsabilidades. Corrupción, impunidad que no galopa sino vuela en todas las direcciones y materias del país. Cabe pues la pregunta ¿Un nuevo presidente, para qué? Podría cambiar las cosas? Quién sería el omnipotente que doblegue a los grupos de poder, fuerzas ocultas, caciques estatales, líderes vendidos y sobre todo al capital mal habido que tiene el poder que el propio presidente ni siquiera puede tocar?
Un presidente más como los anteriores ¿para qué? A vista de muchos analistas, el sistema que tenemos está planeado para producir impunidades. No tiene asideras para la ciudadanía, sólo los grupos de poder deciden y ordenan para que los políticos, peleles del gran capital, hagan de la población una millonada de siervos y compradores, un conjunto que pisotean para que ellos agranden más y más sus riquezas y poder. Los partidos son el mejor jugador para mantener el ¡statu quo!
Debemos preguntarnos pues: para qué queremos otro presidente si entra sólo a proteger a los ricachos delincuentes, iniciativos corruptos, y caciques estatales, líderes peleles como hasta ahora lo hemos visto?
Miguel Ángel Hernández,
Torreón, Coahuila.
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‘Humanización’ de las mascotas
Recientemente leí un artículo en una publicación española que se refiere a la humanización de las mascotas, refiriéndose a la expansión monumental del negocio de la venta de las mismas, ropa, accesorios, alimentos, cuidados, medicamentos, etcétera.
Me llamó la atención el título del texto, cuando la humanidad se encuentra en constantes conflictos de toda índole ; como por ejemplo: religiosos, xenófobos, racistas, económicos, financieros, migratorios, terroristas, ecológicos más una interminable lista, que generalmente deriva en derramamientos de sangre por guerras y dramáticas consecuencias, generando para una minoría monumentales y jugosas ganancias y para la mayoría, desastres incalculables.
Ante tal comportamiento del “homo sapiens”, considero que sería una mejor idea fomentar la animalización de los humanos.
Francisco Benavides Beyer,
Cuernavaca, Morelos.
