Santuario. Las ciudades santuario se distinguen porque los gobiernos locales están a favor de proteger a los indocumentados.
El triunfo de Donald Trump y su retórica antiinmigrante ha llevado a que más de 300 ciudades de Estados Unidos, así como decenas de universidades e iglesias, se unan para proteger a los inmigrantes sin documentos.
"Si vemos un mapa hoy de todas las ciudades santuario que se han estado sumando a este movimiento, nos damos cuenta de la capacidad de reacción que provoca por un lado el miedo, pero por el otro, la compasión y la solidaridad" comentó Eliseo Medina, líder comunitario.
"Lo único rescatable de las amenazas de Trump es que nos ha unido más y el miedo de nuestra gente nos ha sensibilizado", aseguró.
¿Qué es una ciudad santuario? Se distinguen porque los gobiernos locales -estatales o municipales-, a través de sus congresistas o concejales, votan a favor de acciones que coadyuven a proteger a las personas que viven sin papeles legales.
"Aprueban leyes locales que prohíben a la policía detener a alguien bajo sospecha de ser indocumentado; también prohíben avisar a las autoridades federales sobre casos de tránsito, por ejemplo, donde se ve involucrado algún indocumentado (a menos que se trate de un acto delictivo mayor). Tampoco pueden compartir bases de datos, como en California, donde se han otorgado licencias para manejar a cerca de 800 mil personas sin papeles" explicó Medina.
A las ciudades santuarios hay que sumarles otras áreas con una mayor fortaleza: las universidades e iglesias santuarios. "Estamos hablando de propiedad privada donde las autoridades federales no pueden entrar a menos que traigan una orden de un Juez [federal] y éstas son difícil de otorgarse" explicó Eliseo.
El propio alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, señaló "No vamos a colaborar con las autoridades federales para que detengan a nuestra gente sin papeles, vamos a protegerlos.
"Ya di las instrucciones para que la policía y ninguna autoridad o empleado de esta ciudad colabore o dé información sobre nuestras familias.
"Y no sólo vamos a protegerlos, si alguno es detenido vamos a defenderlo legalmente", aseguró.
En Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Seattle se han creado fondos legales de apoyo para quienes resulten detenidos con órdenes de deportación, una medida que otras ciudades o condados ya están imitando.
En el caso de los Distritos Escolares y las Universidades, el Centro Nacional Legal de Inmigración ha dado a conocer una declaración de principios que, sin ser ley ni tener valor legal, es una guía de principios para proteger a indocumentados. Las Universidades y Colegios declarados santuarios, tampoco están obligados a compartir ningún tipo de información -como el estatus migratorio de sus estudiantes- con las autoridades federales.
¿Son ilegales las Ciudades Santuario? "No son ilegales porque, en la mayoría de los casos, son acuerdos con bases legales locales; hay que recordar que en este país cada ciudad, condado y estado son soberanos y libres de enmarcar sus acciones como mejor les convenga", explicó el abogado especialista en inmigración Alex Gálvez, "pero debemos entender que las acciones no pueden estar por encima de la Constitución. Entonces, lo que se necesita para detener a alguien dentro de una iglesia o una Universidad es la orden de un Juez federal. De ahí en adelante hay que defender en Corte a los afectados", precisó.
LO QUE VIENE
El presidente electo, Donald Trump, ha dicho que retirará parte de los fondos federales a las ciudades, condados y estados que se nieguen a acatar la aplicación de una eventual política antiinmigrante.
"Es una amenaza que nada tiene que ver con una democracia y un país de libertades", lamentó Eliseo Medina.
El gobierno federal tiene la potestad de llevar a cabo redadas y eso no sería nada nuevo. Según el Centro de Estudios sobre Migración, en EU existen 800 mil indocumentados con antecedentes penales graves, una cifra muy lejana a los 2 o 3 millones que Trump estima que existen.
de EU han decidido ser ‘santuario’ de inmigrantes.
Historia que inspira a luchar
Aunque no fue el primer caso de una persona indocumentada buscando refugio para evitar ser deportada, se convirtió en el caso más famoso y desde entonces el concepto "santuario" se le debe mucho a su lucha, según especialistas y defensores de los derechos de los inmigrantes.
Elvira Arellano, de Michoacán, cruzó hacia Estados Unidos en 1997 en un grupo guiado por un coyote. Se dirigió a Washington, pero no estaba cómoda y se trasladó a Chicago, Illinois.
Ahí comenzó a trabajar y a dar apoyo a familias indocumentadas a través de información de servicios para los hijos y orientación familiar.
Nació su hijo Saúl y aunque en 2002 le tocó vivir la experiencia de una redada masiva, siguió adelante. En 2006 le llegó una orden de deportación y decidió protegerse.
"Tengo un hijo nacido en este país -Estados Unidos- y por eso cuando me fui a refugiar a mi iglesia, le envié una carta a las autoridades de inmigración, diciéndoles que no me escondía".
El 20 de agosto de 2007 entraron las autoridades a la Iglesia Metodista Unida de Chicago y se la llevaron. "Durante ese año el país entero se fijó en mi caso, por el mensaje de la enorme crueldad de la separación de familias. El país se convirtió en un santuario", comentó.
La revista "Time" en 2006 la nombró persona del año. "Tenemos a un Donald Trump que quiere sacar a los indocumentados y debemos seguir en la lucha, debemos dejarnos ver y mostrar a nuestros hijos nacidos en este país, ellos también tienen derechos igual que los indocumentados, pero, nuestros hijos tienen derecho a no sufrir la crueldad o de separarlos de sus padres o de ser llevados a otro país".
Elvira Arellano creó, antes de 2006, La Familia Latina, que está conformada por padres indocumentados con uno o más hijos estadounidenses. Después de su deportación en 2007, continuó en México su proselitismo y el 18 de marzo de 2014 regresó a la frontera y la cruzó por la garita de San Ysidro, en San Diego, California, pidiendo asilo y se le permitió entrar; la acompañaban sus hijos Saúl y Emiliano.
Viajaron a Chicago donde ha continuado su activismo. Desde 2015, su solicitud de asilo fue aceptada y se está procesando; ahora tiene permiso de estancia legal en EU y permiso de trabajo.
"Elvira es un ejemplo de tenacidad, entrega y lucha", dijo Alex Gálvez, abogado que la representó y orientó. Hoy, aseguran observadores y especialistas, las ciudades santuario están más preparadas y más informadas para ayudar y defender a los indocumentados.
