Joey Porter, entrenador asistente de los Steelers de Pittsburgh. (Archivo)
Las autoridades presentaron cargos el lunes contra Joey Porter, ex linebacker y actual entrenador asistente de los Steelers, por agredir al portero de un bar y a un policía que intervino horas después de la victoria de Pittsburgh en duelo de comodines sobre los Dolphins de Miami.
El altercado se registró alrededor de las 9:30 de la noche del domingo, tras el triunfo de los Steelers en casa por 30-12 ante los Dolphins en la primera ronda de los playoffs de la NFL.
De acuerdo con la querella, el policía Paul Abel se hacía cargo de la seguridad en otro bar cercano cuando un agente fuera de servicio le indicó que el portero del club The Flats de Carson Street era amenazado por un miembro de los Steelers.
Abel dijo que a su llegada encontró al portero negando la entrada a Porter —quien parecía estar ebrio.
"La última vez que estuviste aquí, amenazaste con matarme", escuchó Abel decir al portero a Porter. "Necesitas irte. No van a entrar".
Las autoridades no explicaron de momento el contexto de la frase, pero registros de la corte publicados en internet no muestran cargos relacionados con tal incidente.
Abel, el oficial que presentó la querella, dijo que lo ignoró cuando le preguntó qué sucedía y lo tomó de los brazos y lo alzó del piso. El portero no se mostró agresivo hacia Porter y tenía sus manos en los bolsillos, de acuerdo con el documento.
Abel declaró que alejó a Porter del portero, de acuerdo con la querella. Fue cuando el ex jugador tomó al policía de las muñecas "tan duro que no podía zafarme, por mucho que lo intentara".
Porter se alejó pero se negó a colocar sus manos en su espalda. Posteriormente permitió ser esposado, pero al momento de ser arrestado gritaba a Abel "mientes, nunca te toqué", se indica en la acusación.
Porter fue acusado de agresión con agravantes contra el agente, agresión simple contra el portero, resistirse al arresto, alteración del orden público, violación desafiante a la propiedad y embriaguez en la vía pública. El contacto físico con un policía es considerado automáticamente agresión con agravantes en Pennsylvania, pese que la naturaleza de la presunta conducta constituya una agresión simple si se realiza contra un ciudadano.
